El Heraldo (Colombia)

El nuevo bambino a la vista pública

- Por Chelo de Castro C.

Un ancho sector del este de los Estados Unidos ha sido sacudido desde sus cimientos por una figura del béisbol japonés, que ya los que se apresuran a mirar el futuro en una taza de café o en barajas de las conocidas por los magos que pululan por esas calles de Dios, están hablando de un nuevo Baby Ruth allá en sus comienzos con los Medias Rojas de Boston cuando llegó a ser un pitcher notable, que llegó a ganar 19 juegos en una temporada, llamado en el momento Shohei Ohtani de nacionalid­ad japonesa.

De veras que algunos periodista­s deportivos que hemos perdido los dientes y encanecido los cabellos hablando de béisbol de Grandes Ligas, porque hemos extrañado que un país que ya tiene el béisbol como su deporte nacional, no hubiese dado hasta ahora por una figura magnética como lo fueron Babe Ruth, Ty Cobb, Joe DiMaggio oTed Williams.

Este Ohtani llegó a Los Ángeles con aires de presunto líder beisbolero, trajo la doble misión harto difícil de lanzar como grande y batear como lo mismo, puesto que en Japón ha tenido a su cargo el cuarto bateo de un line up. A Los Ángeles llegó el hombre con pujos de verdadero líder, pero seis turnos al bate es una insignific­ancia beisbolera para ensayar y ponderar la figura de un verdadero líder. Hay que esperar algo así como un mes de juego, bien lanzando o bien bateando. Éste que dicta sus crónicas de hace por lo menos un año -porque vista no ha tenido para usar la forma tradiciona­l de escribir en periódicos y revistas- necesita más de un mes para comprobar si el hombre Ohtani tiene fibra de líder o solo se trata de un pelotero más.

Debemos confesar que la comparació­n divulgada en tantos medios para adelantar que ha llegado un nuevo Babe Ruth, más parece un patinazo periodísti­co que un acierto.

Una figura como ‘el Bambino’ no se irrespeta con la aparición de quien solo es un advenedizo sin antecedent­es dignos de tenerlos en cuenta. ‘Muchos saben que Ruth dejó un 720 jonrones en su carrera y se retiró porque quería ser mánager y no lo fue. Un hombre como él, resuelto como nadie a imponerse en cualquier circunstan­cia probando el día que se fue del béisbol al batear tres jonrones en el último juego de su vida, que es algo que nadie ha podido repetir. Hombre, una figura como Ruth merece un alto respeto.

El nipón jonronero con apenas tres vueltas al diamante, no es ciertament­e algo que se presta para una admiración. Ohtani comienza su vida beisbolera en los Estados Unidos con la presión psicológic­a de ser comparado con ‘el Bambino’, que es algo que no le presta ayuda ni a él ni a nadie.

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