Jefes en problemas y excombatientes olvidados
Los medios de comunicación se ocupan a diario de la suerte de ‘Jesús Santrich’ y de ‘Iván Márquez’, pero se olvidan de más de 10 mil ex Farc, quienes están casi que abandonados a su suerte. Y no es una exageración. Es una triste y peligrosa realidad. Informes recientes de las Naciones Unidas –gran garante de la negociación– que monitorean los avances de la llamada Misión de Verificación, sostienen que los llamados "espacios territoriales", por ejemplo, no cuentan con agua, ni luz, ni tampoco con saneamiento básico. No tienen ni médicos ni medicamentos, ni alimentos, muchas veces. En ellos aún permanecen aquellos excombatientes que todavía creen en la negociación, quienes reciben cada mes una paga por haber dejado los fusiles. Otros, como alias Guacho, los abandonaron para seguir delinquiendo de la mano de organizaciones narcotraficantes. La ONU dejó constancia de la precariedad de la situación. También llamó la atención sobre el creciente número de disidentes, que están retomando los espacios abandonados y representan un peligro para quienes permanecen en los “espacios territoriales” a la espera de definir su situación. Un caso especial es el del ‘Paisa’, quien acaba de abandonar el espacio territorial de Miravalle, en Caquetá, con 100 de sus hombres. Pero el Gobierno no quiere hablar del asunto. El presidente Santos prefiere insistir en las bondades de un acuerdo que le permitió ganarse el Premio Nobel de Paz, pero que está muy lejos de cumplir con lo pactado en La Habana, en lo que tiene que ver con las garantías para los ex combatientes. El nuevo gobierno tendrá que ocuparse también de este "chicharrón".