‘De la Gloria al olvido’
Enrique Yidi, un ingeniero y empresario que investigaba moluscos gasterópodos, arrecifes de corales, esponjas o poríferos para escribir un libro sobre caracoles en el Caribe colombiano, consiguió en su exploración 1.150 especies. Sin embargo, por el lodo del río Magdalena, el Atlántico era el sector más pobre de la Región en estas especies acuáticas. Un día por comentarios de los porteños se sumergió cerca del barco y encontró lo que llamó “un oasis de vida”. Halló más de 70 especies de caracoles solamente en el barco, más de las que se encontraban en todo el departamento, en sus palabras algo insólito para un área tan pequeña. Fue ahí donde nació su interés por conocer la historia de ‘El alemán’ como se le llama en el pueblo.
“Nadie conocía ni siquiera el nombre del barco, uno de los más grandes acontecimientos de Colombia durante la Primera Guerra Mundial estaba hundido en Puerto, olvidado”. Buceando por el barco, Yidi iba encontrando objetos en su interior que guardaba por curiosidad. Elementos de vajilla como cucharas, tazas, platos, vasos y copas. También halló llaves, postales, mapas, entre otros objetos que espontáneamente empezaron a formar parte de una colección que guardó y cuidó con recelo. “Un investigador residente en Miami, Álvaro Mendoza, se dio a la tarea de seguirle la pista al nombre del barco, conectó periodos, líneas marítimas, hasta descubrió que ‘El alemán’ se llamaba Prinz August Wilhelm. En ese tiempo la Fundación Puerto Colombia abrió una exposición en la que socializaba el redescubrimiento. Ese día le propuse que escribiéramos un libro. Tiempo después nos reunimos en Estados Unidos. Contratamos a un historiador alemán para acceder a los archivos y documentos del barco y tras cobrarnos una fortuna solo encontramos un sobre que decía ‘el barco fue hundido, pagar seguro’. En ese momento nos frustramos pero seguimos. Visitamos los puertos de Nueva York, Jamaica y Colombia intentando repasar los recorridos del barco, conseguimos los tabloides de aquella época para construir una bitácora. Leímos más de 15.000 periódicos y así conseguimos fragmentos del paso del barco y los puertos que visitó”, agregó el investigador.
Yidi ha buceado cerca del Prinz unas 80 veces para extraer piezas buscando preservar la memoria y el patrimonio subacuático del Atlántico. Una de las más desgastantes etapas de su trabajo ha sido luchar contra los buzos que hurtan elementos del barco, entre ellos piezas de oro, plata y cobre para venderlos en las chatarrerías
“Hemos hecho un trabajo de apropiación cultural. Con algunos ha dado resultado, otros siguen saqueando el barco para llevar los objetos a las chatarrerías y venderlos por unos cuantos pesos. Hace poco con la Gobernación impedimos que la hélice del barco fuera vendida por 200 millones de pesos, esto es patrimonio de Colombia y esperamos mayor regulación para que se puedan conservar estas piezas al igual que la historia. El libro, ‘De la gloria al olvido’, en coautoría con Álvaro Mendoza busca precisamente rescatar del abandono uno de los mejores barcos de pasajeros de la época con los mayores adelantos tecnológicos. El alemán se había perdido en la memoria de los colombianos”.