Tasajera reclama más inversión al municipio de Pueblo Viejo
El presupuesto de este año es de $22.000 millones. “No saquemos el bulto, pongámonos todos de acuerdo por este sector”, dice Gobernación de Magdalena.
SANTA MARTA. El corregimiento de Tasajera, del municipio de Pueblo Viejo, Magdalena, hacia donde el Estado parece no haber fijado su vista, espera que la inversión pública sea más efectiva para que la crisis social y ambiental, que desde hace muchos años padece, se mitigue.
Sus habitantes reconocen que no son solos ellos a quienes el gobierno municipal debe atender, pues otros 7 corregimientos (Bocas de Aracataca, Isla del Rosario, Palmira, Palos Prietos, Tierra Nueva, Nueva Frontera y Casa Loma) tienen también sus necesidades. Sin embargo sostienen que “después de la cabecera venimos nosotros”.
“No es que seamos excluyentes, lo que sucede es que este pueblo es vital en la economía de la región”, comentó Vitelba Ariza, líder comunal del barrio El Silencio.
Lo que no se puede esconder es que el presupuesto del municipio es escaso. Según dijo a este medio el secretario de Hacienda, Julio Valera, para la presente vigencia es de $22 mil millones, de los cuales, aproximadamente, $15 mil millones van dirigidos al régimen subsidiado en salud. Reportó que un poco más de $1.000 millones son para gastos de funcionamiento; otra cifra parecida para la educación y solo para inversión están estipulados alrededor de $3 mil millones.
El municipio recibe regalías por $700 millones anuales por transporte al gas, a cargo de Promigas, y unos $270 millones por impuesto al combustible proveniente de las estaciones mayoristas.
Por impuesto de industria y comercio se perciben aproximadamente $250 millones y $100 millones por el predial.
Maribel Rodríguez, del barrio La Gloria, dice que pese a la orfandad institucional tiene fe que los buenos tiempos lleguen; pero igualmente dice sentir algo de enojo por la manera recurrente como los políticos, que gracias a los votos del corregimiento son elegidos, “nos pintan pajaritos en el aire… y como bobos les creemos”. TODOS DE ACUERDO. La crisis ambiental y social que vive Tasajera no es ajena al Gobierno del Magdalena, como tampoco lo es a la Nación y mucho menos al municipio de Pueblo Viejo, al cual le pertenece.
El secretario del Interior del Departamento, Luis Miguel Gómez Cotes, no elude el compromiso que le cabe al gobierno del cual forma parte, y sostiene que igual debe suceder con el resto de autoridades y entes a cuya competencia está la solución de muchos de los problemas de esta comarca.
“Aquí de lo que se trata es que no saquemos el bulto, ni los unos, ni los otros, sino que nos pongamos de acuerdo y que quede claro cuál es la órbita de acción y cuáles son los deberes y obligaciones de cada quien”, anotó.
Si bien el referente es el municipio de Pueblo Viejo, Gómez Cotes generalizó su argumento bajo el entendido de que no es solo una opinión concebida por lo que sucede en este ente territorial.
“Lo que nosotros advertimos es que los municipios tienen que responsabilizarse de temas muy puntuales y si bien es cierto que son escasos los recursos que puedan disponer, no menos cierto es que en esa potestad legal que los alcaldes tienen como primera autoridad, deben ser los primeros respondientes”, enfatizó el funcionario.
Sin embargo anotó que la comunidad también entra a formar parte de ese “todos ponemos” y en ese sentido se refirió al problema de liderazgo comunal que existe, aquí y en casi todo el Departamento.
“Las personas que fungen como líderes se apropian de las informaciones obtenidas en reuniones externas pero no las transmiten a las bases”, comentó.
Justamente es por esa ausencia de caudillaje a nivel comunal es que el gobierno departamental tiene proyectado formar una escuela de liderazgo, con el apoyo de la Universidad del Magdalena.
ZONA DE RIESGO. El secretario del Interior, Luis Miguel Gómez Cotes, recalcó en que el tema de Tasajera es “bastante especial y particular”, porque es una comu- nidad en donde más del 50 por ciento de los habitantes están en zona de riesgo y en este aspecto las intervenciones del Estado son limitadas. Enrique Maldonado, líder cívico de Tasajera, hizo saber que la doble calzada que se proyecta entre Ciénaga y Barranquilla dejó al descubierto la necesidad de hacer reasentamientos.
En efecto, un estudio de impacto ambiental elaborado por una firma de consultoría, contratada por la Concesión Ruta del Sol II con ocasión del controversial proyecto, determina que por esta obra en todo el municipio de Pueblo Viejo se ven afectadas 995 viviendas (5.140 personas).
Explica que de este total la mayor intervención es en Tasajera con 355 casas, siguiéndole en su orden el corregimiento de Nueva Frontera, con más de 250.