¿Con quién le llegarán los cambios a la salud?
La medicina no es solo una ciencia, es tecnología, es investigación y vocación. Pero, más que esto, debe ser humanizada. Como componente esencial en el manejo de la salud, la Medicina tiene la participación más importante a través de sus trabajadores, formados, entrenados, con una trayectoria de entrega, grandes sacrificios y dedicación de por vida para lograr prevenir y tratar las grandes vicisitudes ocasionadas por una gran multitud de enfermedades.
Los costos ocasionados por el cumplimiento en estas medidas hacen parte de la inversión en la preservación del capital humano, elemento más valioso de una sociedad. Pero cuando la inversión en este capital humano se distribuye en forma inequitativa en la promoción y atención de la salud, cuando se maneja el viejo concepto de que la ley es para los de ruana; es decir, los delincuentes de cuello blanco que solo responden por sus crímenes, robos, y en general sus delitos son pagados con penas irrisorias y castigos a los que no les temen sus ejecutores.
Mientras los ladrones de la salud organizan verdaderas mafias para saquearla, los trabajadores de la salud seguimos luchando por sacar adelante nuestras ideas en medio de una participación que en muchos casos no llega a ser digna.
Que algunos candidatos ya acepten que tienen que cambiar estas condiciones, al menos teóricamente, se podría pensar que las cosas tienen que mejorar. La economía de la salud, aunque importante, debe dejar de dominar todas las soluciones a través de un ministerio que cree que sabiendo manejar las finanzas puede atender una tienda en la que el elemento más importante es un presupuesto, sin conocer el comportamiento de las enfermedades, las pérdidas incalculables por la muerte de ciudadanos útiles a la sociedad, niños y jóvenes que representan el futuro más importante de un país, creyendo que lo primero es la plata. Mientras que aquellos que manejan los recursos solo piensan en sus ganancias personales, y sigan pasando años sin un verdadero representante de la salud.
La medicina se hace con los médicos y el resto del personal de salud debidamente entrenado. No se hizo por los comerciantes, ni los economistas, abogados u otros profesionales, quienes ahora desde sus cargos se aprendieron tres frases médicas del Dr. Google para engañar a los usuarios. Es hora de que un candidato presidencial que ofrece mejorar las condiciones de los trabajadores demuestre su interés por resolver un problema que no es solo de plata, que sin duda no se ha manejado equitativamente, es primero un tema de conocimientos y derechos ganados a través de la historia de la humanidad. Llegó la hora de tener un verdadero líder de la salud que el gremio médico apoye en sus funciones y decisiones.