Nueva época para el Amira
La donación del teatro Amira al Banco de la República es una magnífica noticia para la ciudad. El emblemático escenario queda en manos de una institución seria y con probada experiencia en la gestión cultural.
Una muy buena noticia se produjo ayer para Barranquilla, al formalizarse la donación del teatro Amira de la Rosa, hasta ahora en manos de la Sociedad de Mejoras Públicas (SMP), al Banco de la República.
Este acto jurídico permitirá superar el atolladero en que se encuentra el emblemático espacio cultural, cerrado desde hace casi dos años por unos graves problemas estructurales que se originaron, según el dictamen técnico, durante el proceso de construcción. Ante la imposibilidad de la SMP de asumir los costos de rehabilitación o reconstrucción del inmueble, el alcalde Char se propuso, con buen tino, buscar una solución permanente al problema. Y concluyó que dicha solución pasaba por el traspaso del teatro a manos del Banco de la República, una institución seria, respetada y con probada experiencia en el campo de la gestión cultural.
Dentro de su estrategia, el alcalde encontró un aliado providencial: el ingeniero antioqueño Juan José Echavarría, que en enero de 2017 asumió las riendas del Emisor y que, desde el primer momento, hizo saber a autoridades y empresarios locales su voluntad de sacar adelante el Amira. A riesgo de parecer jactanciosos, no podemos ocultar nuestra satisfacción por el hecho de que EL HERALDO jugara un papel activo en el proceso que desembocó en el acto de ayer. En una Tertulia celebrada por esta casa editorial el 25 de enero de 2017, se consiguió que el presidente de la SMP, Roberto León, en presencia del secretario distrital de Cultura, Juan José Jaramillo, expresara por primera vez su compromiso de donar el teatro. El cambio de gerente en el Emisor fue, sin duda, fundamental para acelerar las conversaciones y que el proceso llegase a buen puerto. El alcalde Char facilitó, sin duda, las cosas al condonar o exonerar al Emisor más de $1.200 millones en tributos. Según lo anunciado ayer, la inauguración del ‘nuevo Amira’ se produciría en el año 2022, tras una etapa de diseño –que implicará al Ministerio de Cultura y en que se definirá la posible conservación de parte de la actual edificación– y otra de ejecución de la obra. Habrá que esperar, pues, cuatro años para volver a disfrutar del Amira. Pero estamos convencidos de que, si la buena voluntad del gerente del Banrepública se corrobora por los hechos, Barranquilla tendrá uno de los mejores escenarios culturales de Colombia, con una inversión prevista de $60 mil millones. Nos tranquiliza saber que, de cara al diseño, el banco consultará con vecinos, expertos y gestores culturales. Una decisión acertada, porque el Amira forma parte del alma de la ciudad.
El alcalde Char se propuso, con buen tino, buscar una solución duradera al problema y se encontró con un aliado providencial: el antioqueño Juan José Echavarría, que acababa de aterrizar en la gerencia del Emisor.