El Heraldo (Colombia)

El laberinto español

La caída del presidente español, Mariano Rajoy, es una buena noticia para la salud democrátic­a del país. Pero abre serios interrogan­tes sobre cómo hará su sucesor, el socialista Pedro Sánchez, para gestionar el poder.

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Por primera vez en la historia de la democracia española, un presidente del Gobierno ha sido destituido mediante una moción de censura. Mariano Rajoy, jefe del conservado­r Partido Popular, abandona el cargo después de que el líder del socialdemó­crata PSOE, Pedro Sánchez, consiguier­a los apoyos suficiente­s para erigirse en nuevo jefe del Ejecutivo. La popularida­d de Rajoy llevaba ya mucho tiempo en declive, debido a una serie de factores: los sucesivos escándalos de corrupción en el seno de su partido, la progresiva precarieda­d del mercado laboral pese a algunos síntomas de recuperaci­ón económica y, lo último pero no menos importante, el desafío secesionis­ta catalán, del que muchos que movió la trama culpan, en parte, delictiva. a la intransige­ncia y La caída de Rajoy, altivez del PP. aunque tardía, es sin Sin embargo, el ‘florero duda una excelente de Llorente’ que noticia para la salud acabó con Rajoy fue democrátic­a del país, la sentencia de un escándalo tan necesitado de concreto de pruebas de que la corrupción corrupción, el ‘caso tiene consecuenc­ias. Gürtel’, tras un tortuoso Ahora bien, proceso judicial de el éxito de la moción nueve largos años. de censura abre serios

Rajoy y su partido, interrogan­tes sobre el que habían reaccionad­o futuro inmediato de la con desfachate­z política española. El ante las continuas denuncias-decorrupci­ón, más importante, sin duda, es cómo hará no lograron resistir Sánchez, que hoy se los embates políticos posesiona como nuevo y sociales desatados presidente, para tras el fallo de la Audiencia asegurarse un mandato Nacional, que estable. no solo condenó con El flamante presidente durísimas penas a algunos no solo se enfrenta exdirigent­es del a la oposición PP, sino que estableció de un sector de su propio que la propia organizaci­ón partido, alentada política se había por la ‘vieja guardia’ beneficiad­o de los socialista, sino que ganó sobornos, comisiones la moción gracias al y demás corruptela­s apoyo de una amalgama de partidos que no le auguran un camino de rosas. Entre ellos el izquierdis­ta Podemos –que ya le ha exigido representa­ción en el Ejecutivo–, el nacionalis­ta moderado vasco PNV –que intentará sacar el máximo provecho de la fragilidad del nuevo gobierno–, el partido radical vasco Bildu y los catalanes ERC y PdeCat, que han abanderado la aventura independen­tista de Cataluña. Con este escenario complejo, pueden ocurrir dos cosas: que a Sánchez le vaya muy bien o que le vaya muy mal. Que libre a España del caos político en que se encuentra o que lo hunda más en él. Que sofoque las piras encendidas por Rajoy o que avive el incendio. No habrá términos medios.

En un escenario tan complejo, pueden ocurrir dos cosas: que a Sánchez le vaya muy bien o que le vaya muy mal. Que libre a España del caos político en que se encuentra o que lo hunda más en él. No habrá términos medios.

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