Colombia 2014 vs. 2018
Solo restan doce días para dar inicio al evento deportivo más aglutinante y mediatizado del globo terráqueo: el Mundial de fútbol. Un estupendo pretexto para la interacción de miles de seres humanos, de distintas razas, culturas y credos, alrededor del deporte más popular del mundo. Y en esa gran fiesta estará, como hace cuatro años en Brasil, la Selección Colombia. Y esa, la de 2014, pretendo que sea una suerte de espejo para esta, la de 2018, en la personal e incompleta mirada que a continuación comparto. El guardián del arco será Ospina. Con más años, pero con menos competencia. En los dos últimos partidos de las eliminatorias y en el amistoso ante Francia esa inactividad le jugó en contra y le descubrió errores mayores. Su trayectoria en la Selección, sus muy buenas actuaciones anteriores y la confianza del cuerpo técnico y compañeros, amen de sus condiciones y profesionalismo, parecen ser las razones de su titularidad. Aparte del poquísimo roce internacional de los dos suplentes. Los defensas de 2014, me parece que llegaban con más dudas que los actuales. Yepes, Zúñiga y Armero eran víctimas de la falta de titularidad en sus clubes. Hoy, salvo Mina que jugó poco en el Barcelona, tuvieron una muy buena temporada, sobre todo Sánchez, Arias y Fabra. El mediocampo tendrá a James y a Cuadrado con más experiencia, más maduros, personal yfutbolís tic a mente. No tiene la mejor versión de Aguilar, importante pieza de equilibrio en Brasil, pero irrumpió Barrios, con más dinámica y ahora con mejor posicionamiento y lectura táctica tras su “reubicación” en Boca como volante central en solitario; y Uribe, una especie de Guarín (el mejor Guarín, digo) en el ida y vuelta, sin la potencia física de aquel, pero con buen manejo en la asociación y con reiteradas apariciones en el área rival. Izquierdo sería el Ibarbo de Brasil, con más habilidad y desborde. Y el Quintero de River -que parece más comprometidoquizá pueda tener más minutos que en Brasil a la espera de que su talento creativo potencie el juego de la Selección. En el ataque, la presencia de Falcao alienta la ilusión, pero el interrumpido semestre en el Mónaco permite la dicotomía: descansado para llegar sano y con toda la energía, o sin la forma deportiva ideal por la falta de competencia. Lo anterior, apenas algunas referencias en singular; en plural, la Colombia de Brasil, creo que tenía un mejor fútbol antes del Mundial. Esta, ha sido muy irregular en su juego. Sin embargo, la convivencia y la motivación del Mundial suelen ayudar a fortalecer virtudes dentro del grupo que a los de afuera se nos dispersan.