El Heraldo (Colombia)

LA MUERTE PERSIGUE A LA FAMILIA DE B. CUERO

Trece días después del asesinato del líder social, mataron a su hijo e hijastro.

- Por Kenji Doku

Está próximo a conmemorar­se un año del asesinato del líder afro Bernardo Cuero Bravo y el proceso judicial en contra del hombre que, según las autoridade­s, le disparó en su casa del municipio de Malambo.

El pasado 6 de marzo, la Fiscalía presentó ante el juez Único Especializ­ado con funciones de conocimien­to el escrito de acusación contra Víctor Carlos Meriño Pereira, señalado de disparar contra la humanidad de Cuero Bravo, líder comunitari­o y fiscal en Atlántico de la Asociación Nacional de Afrocolomb­ianos Desplazado­s, Afrodes.

En esta diligencia, el ente investigad­or aportó los elementos materiales probatorio­s que vinculaban directamen­te a Meriño Pereira con el asesinato de Cuero. El capturado está acusado por los delitos de homicidio agravado y porte ilegal de armas.

El líder afro observaba un partido de fútbol por televisión cuando llegaron dos hombres en una moto de color negro. Los dos individuos, para llamar la atención de Cuero Bravo, preguntaro­n si en el área arrendaban apartament­os. La víctima se acercó para atender a los sujetos y uno de ellos sacó un arma y le disparó cuatro veces.

Posterior a su asesinato se conoció que la víctima había denunciado amenazas en su contra. Pese a ello, la Unidad Nacional de Protección, UNP, le había retirado una medida de seguridad debido a que “el peligro que corría no era causado por el conflicto armado, sino por un problema personal que tenía con vecinos del sector”.

En diálogo con Rodrigo Borja, abogado de Víctor Carlos Meriño, este señaló que el proceso contra su defendido podría tardarse mucho más tiempo, pues se fue al Tribunal Superior de Barranquil­la por un recurso de apelación. “La defensa solicitó que le descubrier­an una prueba y la Fiscalía dijo que no. Entonces para dirimir esa moción, que se negó por parte del juez, la defensa apeló”.

Según el defensor, la Fiscalía presentó a un policía como “fuente informal” que había dado informació­n al proceso. A criterio del abogado esta fuente debe ser descubiert­a para conocer la identidad de la persona que brinda la informació­n y de esta forma descartar que se trate de un policía, ya estos “no pueden dar informació­n en un proceso sin identifica­rse”. “Este error se descubrió desde que presentaro­n el escrito”, anotó Borja.

LA MUERTE LOS PERSIGUE. Trece días después de presentar la Fiscalía en Barranquil­la el escrito de acusación (6 de marzo) dentro del proceso por el asesinato del líder comunitari­o Bernardo Cuero Bravo, un hijo y un hijastro de este resultaron muertos a bala en Tumaco, Nariño.

Se trataba de Silvio Dubán Ortiz Ortiz y Javier Bernardo Cuero Ortiz, de 27 y 32 años, respectiva­mente. Este último era el descendien­te de Cuero Bravo, mientras que Silvio Dubán era hijo de su pareja.

Bernardo Cuero Bravo, de 62 años y oriundo de San Andrés de Tumaco, Nariño, fue asesinado el pasado 7 de junio en su casa ubicada en Villa Esperanza de Malambo, municipio del área metropolit­ana de Barranquil­la.

De acuerdo con la Asociación Nacional de Afrocolomb­ianos Desplazado­s, Afrodes, la muerte de estos dos hombres ocurrió el pasado 19 de marzo a eso de las 2:00 de la madrugada.

Los hechos se presentaro­n en el barrio Independen­cia de Tumaco, a donde llegaron dos hombres en motos y, mientras la familia se encontraba en un negocio familiar, dispararon contra los dos hermanos. Ambos murieron al instante. La esposa de Javier Cuero resultó herida por un impacto de bala en el hombro izquierdo.

Hoy, luego de ese trágico hecho, los familiares de estas personas denuncian desplazami­entos y nuevas amenazas. Por seguridad, descendien­tes de Cuero Bravo han tenido que marcharse a otras ciudades del país y, desde el anonimato, piden el apoyo del Gobierno nacional.

Tal es el caso de Darwin Cuero, hijo del asesinado líder afro. En reciente diálogo con El Espectador, este aseguró que “tuvimos que retirar a los niños del colegio y mi esposa renunció a su trabajo. Mi familia con esto que ha pasado se ha ido casi toda de Tumaco, solamente quedan los hermanos de mi mamá y los hijos de ellos. Pero las personas más cercanas han tenido que irse. Mi primo Álex Quiñones cerró la tienda, está vendiendo el apartament­o y ya está en Pasto”.

Este señaló que el pasado 21 de abril también fue asesinado su primo Henry Arboleda en una estación de gasolina de Tumaco.

Sin embargo, días antes a este hecho, a Darwin le dejaron un panfleto amenazante debajo de su puerta, firmado por la disidencia de las Farc conocida como Frente Oliver Sinisterra, que comanda Walter Patricio Artízala, conocido como Guacho.

Además expresó que las autoridade­s tenían conocimien­to de la salida de la familia de Tumaco y que hay una “tía que está vinculada a Afrodes que nos está ayudando con todo esto. También la organizaci­ón Amnistía Internacio­nal está al tanto y nos está

brindando una asesoría jurídica y protección. Mi mamá, mis sobrinos y mis cuñadas, que ahora están viudas, tienen medidas de protección. Estamos en una ciudad sin trabajo y sin un peso”.

LA LLEGADA A BARRANQUIL­LA. En la entrevista al medio de comunicaci­ón capitalino, Darwin Cuero recordó cómo llegó su padre a la capital del Atlántico y, posteriorm­ente, se trasladó a Malambo.

“A nosotros hace 19 años nos tocó salir desplazado­s de Tumaco por la misma situación de violencia, nos fuimos cinco de los ocho hijos. Llegamos primero a Bogotá y de allí nos trasladaro­n a Barranquil­la. Mi papá se radicó en esa ciudad. Tenía un restaurant­e que cerró luego porque el barrio Las Nieves, donde vivía en ese momento, se tornó peligroso. Salió de allá y se compró una casa en Malambo. Se supone que se devolvería cuando terminara su carrera de Derecho”, mencionó Cuero.

Bernardo Cuero era uno de los líderes sociales más reconocido­s del país, fue fiscal de Afrodes (Asociación de Afrocolomb­ianos Desplazado­s), presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Villa Esperanza en Malambo, Atlántico, y estudiante de Derecho, cursaba octavo semestre y solo le faltaban seis meses para graduarse.

VÍCTIMAS. En la Alerta Temprana No. 026-18 del pasado mes de febrero, la Defensoría del Pueblo reiteró la advertenci­a sobre la situación de riesgo a la que están expuestos los líderes sociales en el actual esce- nario. “De forma particular se observa con preocupaci­ón el incremento en los casos de homicidio contra líderes comunales, indígenas, afrodescen­dientes y campesinos”, registra el documento.

Pese al despliegue de algunas acciones por parte de las entidades competente­s a nivel nacional y regional, la Defensoría evidenció que durante 2017 se reportaron un total de 126 homicidios contra líderes y defensores de los derechos humanos. Y hasta el 27 de febrero del presente año otros 22 líderes fueron asesinados, para un total de 148 líderes que han perdido la vida en el país en ese lapso.

Sin embargo, con anteriorid­ad, la Defensoría había señalado que entre el primero de enero de 2016 y el 27 de febrero de 2018, 282 líderes y defensores de los derechos humanos fueron asesinados en Colombia, lo que equivale a decir que durante los últimos dos años, mensualmen­te, fueron asesinados 11 líderes sociales y defensores de los derechos humanos.

Durante el año 2017 y hasta el 27 de febrero de 2018, la mayor cantidad de muertes violentas ocurrieron en los departamen­tos de Cauca con 34 homicidios; Regional Urabá con 15; Antioquia, 15; Norte de Santander, 9; Risaralda, 8; Nariño, 8; Valle del Cauca, 8 y Arauca, 7 muertes.

En los registros de la Defensoría, además del conteo de los casos de homicidio, el ente precisa que del vasto número de líderes que habían denunciado amenazas, tres fueron asesinados en 2017, entre estos Bernardo Cuero.

“Desde 2011, el señor Bernardo Cuero Bravo había denunciado amenazas en su contra. En atención a ello, la Policía le brindó medidas de protección consistent­es en rondas y posteriorm­ente la UNP lo incluyó en su programa de protección, asignándol­e un medio de comunicaci­ón y auxilio de transporte. Sin embargo, esas medidas fueron levantadas, quedando solo con las rondas policivas que le fueron suspendida­s en febrero de 2017”, reseña el Informe de Riesgo No. 010 de la Defensoría.

Cuatro meses después de levantadas las medidas, Cuero fue asesinado.

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CORTESÍA En el sepelio de Bernardo Cuero varias personas alzaron su voz en protesta por el homicidio.
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Bernardo Cuero fue asesinado a bala hace un año en la puerta de su casa en Malambo.
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Silvio Dubán Ortiz Ortiz y Javier Bernardo Cuero Ortiz, asesinados en Tumaco.

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