El Destructor de Gaza II
La gente de Gaza está sufriendo, no hay duda. Tampoco hay duda de que la situación humanitaria de la Franja es apremiante, como lo denuncia la ONU por todos los medios posibles. No obstante, si Israel niega que él es el causante, simplemente es descaro del más puro.
Primero, hay que recordar que la crisis de Gaza (y de Palestina) va mucho más atrás de 2005. Israel nació artificialmente sobre Palestina en 1947 y desde 1967 ocupa (o en palabras simples, invade) lo que quedó de Palestina. Israel es el invasor y Palestina es el invadido. Es así de claro.
Por tal motivo, reducirlo todo a Gaza y Hamas no solo es desconocer la historia y la responsabilidad israelí; es también engañar a la opinión pública.
Pero aun así hablemos del 2005. Israel no abandonó la Franja de Gaza, simplemente cambió el enfoque de la ocupación para aislar la Franja. Los colonos que Tel Aviv tenía en Gaza eran más útiles invadiendo Jerusalén Este o la misma Cisjordania, por lo tanto, resulta inverosímil proponer que el desmonte de las colonias fue un “gesto de buena fe”.
De hecho, es primordial recordar que desde 2008 el sionismo ha reducido a cenizas la Franja en 3 ocasiones. Todos vimos con horror la Operación Plomo Fundido, donde el delegado de la ONU, Richard Goldstone, concluyó que Israel había cometido crímenes de guerra. Posteriormente la Operación Pilar Defensivo, en 2012, y más recientemente la Operación Borde Protector, en 2014, con más de 2.200 palestinos asesinados, entre ellos 600 niños, en 50 días de bombardeos. Justo recordamos el llanto del delegado de la ONU para Gaza, quien ante cámaras de televisión acusó a Israel de atacar sin recato los refugios humanitarios en esta operación.
Es cínico, que Tel Aviv –o sus representantes– oculten su responsabilidad y la transfieran a la víctima, al mejor estilo del violador que sugiere que la responsabilidad no fue de su comportamiento aberrante sino de la mujer por “vestirse de determinada forma” o por “caminar sola por la noche”.
En 2012 se filtró un informe israelí donde se calculaba el número mínimo de calorías que requiere una persona para no morir de hambre y que se convirtió desde entonces en el patrón de ingreso de alimentos a Gaza. Permitir la ayuda humanitaria a Gaza no es ningún favor israelí, ya que si Tel Aviv es el responsable del bloqueo, ergo, es el responsable ante el derecho internacional del sostenimiento de la Franja.
Por tanto si revisamos los argumentos del embajador sionista, nuevamente nos encontramos ante un caso de burda propaganda tomada de la Hásbara –estrategia israelí de engaño mediático–. Los representantes de Tel Aviv solo hablan de Gaza y Hamas como si fuera 2005 el inicio del problema, como si no hubiera habido un 1947 o un 1967, o como si no hubiera ocupación, o finalmente, como si Israel no se hubiera adueñado de Cisjordania y Jerusalén Este y la llenara de colonos fundamentalistas a diario. Embajador de Palestina en Colombia.