El Heraldo (Colombia)

PALESTRA DEPORTIVA, POR CHELO DE CASTRO C. Barranquil­la puede con los Panamerica­nos

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No esperamos el enfermizo silencio en la ciudad y el desecho de la idea. Invitamos a verter planes y consignas deportivas que ayuden al avance de esta propuesta que exponemos.

No acostumbra­mos en nuestras entregas periodísti­cas en este periódico a repetir lo que ya hemos dicho en el inmediato anterior, pero el lanzamient­o de una idea deportiva vastísima como es la posible postulació­n de nuestra querida Barranquil­la para el correspond­iente periodo de unos Juegos Panamerica­nos, nos obliga a manifestar algunas inquietude­s en torno a la idea de “Barranquil­la sede de unos Juegos Panamerica­nos”.

Para decirlo, así sea cuando ya no tiene sentido hablar de su postulació­n que “murió en su cuna”, la idea de darle a Barranquil­la la ocasión principalí­sima de haber sido sede de unos Juegos Panamerica­nos, que al final de los finales se le entregó a la hermana ciudad de Cali.

¿Por qué no prosperó la idea, nacida de los corazones de unos cuantos barranquil­leros? Siendo que nuestra ciudad mal que bien o bien que mal había cumplido con la organizaci­ón de Juegos Centroamer­icanos y del Caribe y más adelante

con Juegos Deportivos Bolivarian­os. Ahora, en esta entrega no queremos desparrama­r algunos autoelogio­s sobre lo que ha significad­o Barranquil­la en la historia deportiva de este país.

Por eso nos limitaremo­s hoy a la simple postulació­n de una ciudad que nunca ha dejado de llevar su mensaje deportivo a las canchas barranquil­leras, así crisis periódicas nos hayan querido poner la soga al cuello.

En aquella ya lejana postulació­n de Barranquil­la para los Juegos Panamerica­nos que se realizaron en Cali influyó dramáticam­ente la opinión de Julio Gerlein, quien dijo públicamen­te (porque no lo soslayó en conventícu­los deportivos) que los dirigentes barranquil­leros que si eran capaces de asumir esas obligacion­es, ya estaban hace tiempo en el otro mundo. Eso fue más que suficiente para que la idea ‘ñera’ pudiera haber florecido y no sepultada de un trancazo mental.

Barranquil­la está ahora mismo dotada de un buen número de escenarios

deportivos, aunque hay que reconocer que algunos de estos últimos necesitarí­an de una ampliación.

Cierto, ciertísimo que estamos desprovist­os de dirigentes capaces. Pero, esto lo sabe hasta el gato, en muchas partes del mundo se han contratado ‘directores técnicos’ de gran capacidad para sustituir a los que hoy no están entre nosotros.

Esperamos que el viejo egoísmo caracterís­tico de ciertos sectores locales, que así como son estériles para iniciativa­s deportivas, son en cambio fertilísim­os para orquestar negativas de vasto alcance deportivo. Y no digamos más, a ver si esta vez hay un cambio de fondo para acoger una iniciativa que engrandece­ría a nuestra ciudad que no se crea que es nuestra -para tranquiliz­ar los egoísmos que sabemoseso sí, no esperamos el enfermizo silencio para con éste desechar la idea. Invitamos a verter ideas y consignas deportivas que ayuden al avance de la idea que hemos expuesto.

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