Especialistas explican la importancia de las primeras 48 horas.
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Por Estefanía Fajardo De la Espriella
Manuel Leonardo Betancourt no recuerda esos minutos, hay un bache en la historia que cuenta de aquél día hace más de 10 años que decidió salir a lavar su carro en medio del sol barranquillero y sin desayunar. Llegó a su apartamento luego de cumplir con la labor, se sentó en la misma silla auxiliar de la sala en la que ahora se encuentra contando su historia. Su esposa, Gloria Villarreal, le ofreció agua y en el recorrido a la cocina de ella, él se desplomó. Ahí su mente quedó en blanco.
Sin embargo Gloria, compañera de vida desde hace 47 años, narra ese momento sentada a su lado. Fueron momentos difíciles, Manuel estaba inconsciente y su hijo, que vivía en ese momento con ellos, no podía bajar desde el segundo piso las estrechas escaleras con su padre a hombros, teniendo en cuenta que era más pesado que ahora. La solución fue llamar a los vecinos.
Define estos minutos como “eternos”. Una eternidad que se vio marcada por la frase “el señor Manuel se orinó” mientras lo bajaban, eso para Gloria fue indicio de que algo malo pasaba.
Ya en el carro Manuel empieza a recobrar el sentido. Fue llevado de urgencia a una clínica donde le realizaron múltiples exámenes, los cuales de inmediato arrojaron un resultado: isquemia. Él no lo supo en el momento, pero su esposa sí.
“La enfermera salió a decirnos que lo que le había pasado era una isquemia y que debían tenerlo en observación”, relata Gloria asegurando que su esposo conoció el dictamen en la cita con el neurólogo, después de pasar todo el riesgo. La isquemia es la detención de la circulación de sangre rica en oxígeno a las arterias en alguna parte del organismo. En este caso fue al cerebro de un adulto apasionado por coleccionar recuerdos en forma de fotos; disfruta tomarlas y que se las tomen, confiesa.
El neurólogo clínico Juan Camilo Rodríguez, adscrito a la clínica Portoazul, explica que la isquemia cerebral es la falta de flujo al tejido cerebral por diversos motivos. “Puede ser que se obstruya una arteria o una vena. Ese flujo es necesario para la nutrición y el oxígeno de las células que están en el cerebro, si pasa mucho tiempo mueren las células”.
La isquemia cerebral puede darse a cualquier edad y en cualquier tipo de paciente, explica Rodríguez. Esa vez le tocó a Manuel, con el temor de alguna secuela, tal como se había visto en personas cercanas a su familia. “Afortunadamente fue algo leve”, coincide la pareja. No dejó rastro en la salud o motricidad de Manuel, como quizá sí lo hizo en aquellos amigos o familiares. Algo que agradecen y que con el tiempo descubrieron que debían prevenir. “No sabemos si fue el tiempo, si no comprometió una zona importante o no dañó muchas células, pero todo quedó bien”, cuenta Manuel con tranquilidad.
La vida siguió guiñándole el ojo a Manuel para que pudiera seguir tomando fotos, enamorando a Gloria y descubriendo que su salud era una prioridad. Ahora, confiesa entre risas, ya no lava el carro, a lo que su esposa responde “le terminó sirviendo de excusa”.