La Costa Caribe sigue con la lupa puesta
La latente preocupación por una emergencia en Hidroituango mantuvo unida a la Costa Caribe desde el pasado 12 de mayo y principalmente a los departamentos que se pueden ver más afectados tras el riesgo inminente del colapso de la represa. La tensión no cesa para los gobernantes, quienes no han tenido sosiego tratando de encontrar una explicación lógica y acertada sobre lo que viene ocurriendo en el importante proyecto energético. Las miradas de los mandatarios se han posado sobre las poblaciones que están ubicadas a la orilla del río Cauca. En total, entre Bolívar, Sucre y Córdoba, se verían afectadas más de 55.000 personas y las perdidas de cultivos, zonas ganaderas y demás, aún no han sido cuantificadas pero se cree que superarían los 30.000 millones de pesos. Tras una visita realizada por los mandatarios de la costa a la sede de EPM en Antioquia, entidad responsable del proyecto, la tensión se atacó desde el origen. Fue allí donde los gobernantes le exigieron al consorcio empresarial que se hablara con la verdad y que se dejara atrás el discurso de las importantes inversiones para dar paso a la humanización del mismo y ver el rostro de las familias que se podían ver afectadas por una eventual emergencia. Y aunque la preocupación continúa como un gran nubarrón que se ha posado en la región de La Mojana bolivarense y sucreña, dos palabras encierran la labor que hasta hoy se ha adelantado por parte de los gobernantes: alerta permanente.