Suicidios

Esta columna se nutre hoy de hechos recientes que nos tocan, bueno, o le tocan a quien escribe y luego decide hablar sobre ello, a ver si ha tocado a otros. Cosa de la que quien escribe en foro público no se enterará, a menos que alguien escriba de vuelta o diga algo al toparse en la calle.

Personas que no lo tocan a uno directamente, sino a través de la virtualidad de los mundos de la tele, la radio, el internet, o a través de la materialidad de lo que producen: carteras, comida, nos llegan a tocar con actos incomprensibles, como el suicidio.

Tres personas famosas por diversas razones, o sea, de esas que salen en los periódicos, noticieros y redes sociales, por lo cual sus suicidios nos dejan estupefactos, cometieron este acto desesperado en menos de una semana: la hermana de la reina Maxima de Holanda, Inés Zorregieta, la exitosa diseñadora Kate Spade y el celebrado chef, Anthony Bourdain.

De las no famosas no escuchamos, obviamente, pero si hacemos una búsqueda en Google, encontraremos muchos datos. Estos tres, los más recientes, se ahorcaron. Una muerte a todas luces terrible, si uno, que es cobarde, se pone a pensar en cómo sería este acto en su propio cuerpo. ¿Por qué elegir esa forma de morir tan brutal y tan angustiosa para sus seres amados?

Fácilmente la gente dice cosas como, es que tenía depresión, es que esa es una enfermedad terrible, es que era adicto, etc. Y ya, nos aquietamos y bueno, la enfermedad fue más fuerte y ya. No lo pensamos más.

Pero quien se suicida deja una estela de tristeza entre sus allegados y otra estela que se parece a la de un avión entre las nubes, que se disipa mas prontamente, entre quienes los conocimos desde la virtualidad.

Es una tristeza por las preguntas que nos rondan desde que tenemos conciencia, preguntas acerca de la muerte y la facilidad para darla a los demás o a nosotros mismos. Aquellos que la lucha a diario y que sueñan con esa fama que otros tienen, no llegan a entender cómo alguien que aparentemente “lo tiene todo”, decide eliminarse de este mundo, con un “delete” violento y perentorio.

Igualmente, ya en un plano local, algunos nos asombramos de que unos estudiantes de los mejores colegios de la ciudad, de aquellos que aparentemente “lo tienen todo”, decidan por un suicidio simbólico, uno que fue muy bien entendido por su directora como algo que se debía atajar a tiempo. Antes de que el daño de una mala formación ética, pasara a ser parte de la élite que sin ética alguna saquea las arcas del Estado más adelante. La serie de Netflix, 13 razones, es acerca de las razones para tomar la decisión de suicidarse entre escolares. En un principio, en los Estados Unidos se trató de impedir que los chicos la vieran. Hoy en día la recomiendan para que los padres entiendan cómo ayudar.

Cómo se lamentarán hoy las personas allegadas a Inés, Kate y Anthony de no saber siquiera qué pudieran haber hecho para salvarles la vida. Los padres y los graduandos locales que no tuvieron ni ceremonia ni fiesta, sin embargo, habrán entendido la lección. Eso esperamos.