Capturan a 5 policías y se entregan 9 por robo de droga en CAI
Los uniformados son investigados por narcotráfico, fraude procesal y falsedad ideológica, entre otros delitos.
En la tarde de ayer se entregaron nueve de los 15 policías envueltos en la pérdida de un alijo de cocaína y marihuana en el viejo CAI del barrio Rebolo el pasado puente festivo. EL HERALDO conoció que estos se presentaron sin uniforme en la Unidad de Reacción Inmediata de la Fiscalía, URI, en el centro de Barranquilla, luego de que se enteraran que un juzgado penal municipal había emitido órdenes de captura en su contra.
Paralelo a esta acción, detectives de la Sijin adelantaron un operativo en la Estación de Policía del barrio Simón Bolívar y detuvieron a cinco de los uniformados involucrados en el caso.
Inicialmente trascendió sobre la apertura de una investigación contra 15 policías activos, pero ayer entre entregados y detenidos el número de uniformados sumó 14.
La investigación, de acuerdo con el documento obtenido por EL HERALDO, iba contra los uniformados: subteniente Juan David Díaz Arteaga, y los patrulleros Cristian Hernández Ruiz (conductor), Miguel Meléndez Bravo, Jason Nieves Montalvo, David Padilla Morris, Diomedes Cera Teherán, Brian Palma Restrepo, Víctor Guerrero Pertúz, Antonio Perilla Herazo, José Asunción Llerena, Daniel Eduardo Nieto, Cristian Valencia Iriarte, Henry Pérez Figueroa, Leonard Escobar Beltrán y Jordy Medina Esquea.
Los delitos por los que se investigan los uniformados son fabricación y/o tráfico de estupefacientes, fraude procesal, falsedad ideológica en documento público, ocultamiento y/o destrucción de material probatorio, abuso de autoridad y prevaricato por omisión.
El comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, general Mariano Botero Coy, se había referido el martes al caso de la desaparición de la droga que vincula a los 15 uniformados del CAI, entre esos un teniente.
El general fue enfático en afirmar que si le tocaba acudir a una audiencia en calidad de testigo por el caso de los policías involucrados en la pérdida del alijo de cocaína lo haría, pues, según él, no permitirá que un grupo de uniformados “afecten a toda una institución”.
“Si en la investigación salen responsables, se les debe privar de la libertad, pues son un peligro para la sociedad”, aseguró el comandante en rueda de prensa. EL HERALDO conoció el pasado puente festivo el documento en el que un miembro de la institución señalaba a otros uniformados de haberse repartido entre ellos unos 15 kilogramos de cocaína y 8 de marihuana, en el CAI del barrio situado en la localidad Suroriente.
El denunciante aseguró que estuvo presente cuando otros policías, “liderados por el subteniente Juan David Díaz Arteaga” se repartían en el CAI de Rebolo la droga que habían incautado en una vivienda ubicada en la calle 16C con carrera 2C, barrio La Chinita.
El policía que hizo la denuncia relató que llegó hasta el CAI y “el subteniente Díaz Arteaga le preguntó: ¿va a tomar su parte o espera la plata?”. Ante la pregunta –afirma– tomó un kilogramo de cocaína y se marchó para donde un superior (comandante de la Estación de Simón Bolívar) para contarle lo que estaba pasando.
De acuerdo con el documento, el hecho se registró el pasado sábado, en horas del mediodía, cuando “el comandante del CAI Rebolo y diferentes patrullas del cuadrante” llegaron hasta el inmueble, luego de haber sido informados de que en el lugar estaba el alijo.
CASO ANTERIOR. La relación de policías del CAI del barrio Rebolo con el microtráfico de estupefacientes parece que no es novedad. Aparte del caso ocurrido el pasado puente festivo, hace un par de años también ocurrió lo mismo y se dio captura a un teniente (jefe del CAI) y a dos patrulleros que, supuestamente, lo secundaban en el tráfico de droga.
El subteniente y los dos patrulleros activos de la Policía Nacional, adscritos a la Estación San José y asignados a la vigilancia del CAI Rebolo, en el suroriente de Barranquilla, cayeron junto con otros cuatro particulares.
En aquella oportunidad, labores investigativas realizadas por miembros de la Policía Judicial permitieron establecer a través de interceptaciones telefónicas que los tres uniformados colaboraban con los integrantes de la banda ‘Los Chamos’, a quienes les permitían vender drogas libremente en los barrios señalados.
“Por esa labor el subteniente recibía aproximadamente $2 millones, dinero que le daban otras ‘ollas’ para que los dejaran trabajar. Hasta ahora se desconoce cuánto le daba ‘El Chamo’ por el trabajo que le hacía”, dijo un investigador del caso.
Además de esa función, aseguró la fuente, el subteniente “movía sus influencias” para liberar a los miembros de la banda que eran capturados vendiendo drogas, y al mismo tiempo los alertaba cuando se iban a realizar operativos contra el microtráfico para evitar que fueran detenidos.
En cuanto a uno de los patrulleros, detalló la investigación, también movía sus influencias para liberar a los miembros de la banda que eran capturados en flagrancia vendiendo drogas. “Y el otro uniformado se metía con otros policías a las diferentes ‘ollas’ de vicio y se apoderaba del dinero y de las drogas que encontraba”.