Rusia hizo fiesta ante Arabia Saudí
La selección anfitriona aprovechó la floja exigencia del rival y debutó en el Mundial con goleada 5-0.
La selección de Rusia, anfitriona del Mundial, comenzó con todo y goleó 5-0 a Arabia Saudí, en el juego inaugural de la Copa del Mundo, en el estadio Luzhniki, de Moscú, con tantos de Yuri Gazinsky (cuya acción se aprecia en la imagen), Denis Cherishev (en dos oportunidades), Artem Dzyuba y Aleksandr Golovin. Los árabes se mostraron demasiado frágiles en defensa y los Locales aprovecharon con contundencia.
MOSCÚ, RUSIA. Rusia completó la fiesta de inauguración del Mundial-2018 con una goleada 5-0 sobre Arabia Saudí, ayer en el estadio Luzhniki ante 80.000 espectadores, en un duelo que estuvo precedido por los discursos de apertura de Vladimir Putin y Gianni Infantino.
Yuri Gazinsky tuvo el privilegio de inaugurar la cuenta de goles de la Copa del Mundo al acertar de cabeza en el minuto 12, en un partido de guante blanco dirigido sin problemas por el argentino Néstor Pitana.
Denis Cheryshev (43 y 90+1), Artem Dzyuba (71) y Aleksandr Golovin (90+4) completaron la goleada del local.
Con su triunfo, Rusia suma tres puntos y se sitúa al frente del Grupo A, a la espera de lo que ocurra hoy en Ekaterimburgo entre Uruguay y Egipto.
Impulsado por su público, el equipo ruso comenzó con energía, encadenando varias llegadas al área saudí, intimidado por el imponente escenario.
En esta oleada inicial llegó el gol de Gazinsky, que remató de cabeza sin marca un centro con rosca del inspirado Golovin, llevando la euforia a las gradas.
La línea de tres mediapuntas locales, formada por Golovin, Alexander Samedov y Alan Dzagoev funcionaba a la perfección, pero el último se despidió de la fiesta de manera anticipada. Sufrió un tirón que lo dejó seco en medio de un contragolpe (24) y entró en su lugar Cheryshev, el hispano-ruso del Villarreal.
Cuatro minutos antes, Arabia Saudí había tenido su mejor ocasión. En un despiste ruso, el lateral izquierdo Yasir Alshahrani emprendió una internada que remató el ariete Mohammed Alsahlawi (20).
Rusia no se resintió del cambio de cromos en su ataque. En el 42, a Cheryshev le sobró un regate cuando ya había dejado atrás a su marcador. Enmendó rápido su error.
Un minuto después, culminó un ataque hilvanado en el que el balón cruzó de derecha a izquierda, donde el extremo sentó a dos rivales con un preciso movimiento y la puso en las redes con un zurdazo.
“No tengo palabras para expresar lo que siento. Ya estaba muy feliz por formar parte del equipo, pero nunca soñé algo así”, declaró más tarde Cheryshev, elegido jugador el partido, haciendo referencia a las lesiones que le han lastrado en los últimos años (ver nota aparte).
Antes del descanso ambas formaciones bajaron las pulsaciones y firmaron una tregua. En la segunda parte tampoco subió en exceso el ritmo de juego.
Media hora después de su primera oportunidad, por fin Arabia Saudí pudo sumar un nuevo acercamiento, pero Taiseer Aljassam no llegó al centro (56).
Casi sin fútbol, Rusia impuso de nuevo su poderío físico y técnico. De nuevo Golovin levantó el balón dentro del área y Dzyuba, en su primera intervención, remató picado de cabeza a las redes.
El futbolista lo celebró con su técnico Stanislav Cherchesov, que le dedicó un solemne saludo militar. Ya en el descuento Cheryshev completó su doblete con un excelente tiro a la escuadra, de volea y con el exterior de su bota izquierda. Golovin, con un tiro libre magistral por el exterior de la barrera, cerró la cuenta.