Candidatas a la vicepresidencia defienden posturas
Marta Lucía Ángela María
Ramírez, fórmula de Iván Duque, niega que su campaña haya impulsado “el miedo como receta”. “Somos conscientes de los riesgos que representa el modelo venezolano”, dijo.
Robledo, coequipera de Gustavo Petro, dice que se la han pasado “espantando miedos infundados”. “Invito a mirar quiénes han llegado del otro lado, cuáles son sus apoyos”.
La abogada Marta Lucía Ramírez, hoy fórmula vicepresidencial de Iván Duque, indicó en diálogo con EL HERALDO que los apoyos de los partidos tradicionales a su campaña tras la primera vuelta no tendrán cargos burocráticos detrás. Asegura que desde su sector no han impulsado el miedo como receta para adelantar la campaña, sino que se trata de ser conscientes de los riesgos que representa el modelo venezolano que aplaudió Gustavo Petro. Explicó la razón por la que ella e Iván Duque no participaron en un debate para la segunda vuelta, y respondió la crítica que su contraparte, Ángela María Robledo, le endilga por tener responsabilidad en la polémica operación Orión.
P ¿Qué les responde a quienes critican las alianzas que han hecho con los partidos tradicionales luego de primera vuelta?
R Yo he criticado las malas prácticas de algunos congresistas. He dicho que los partidos necesitan renovación porque tenemos que lograr que llegue gente nueva que haga la política. Pero los partidos son instituciones y creo que la democracia los necesita. A los partidos hay que transformarlos desde adentro, y parte de esa transformación es que nosotros no vamos a hacer acuerdos clientelistas con ningún congresista.
P ¿Le insisto, no es incoherente recibir esos apoyos?
R Yo lo he dicho muchas veces: uno encuentra congresistas que han logrado su reelección a punta de maquinaria, mermelada y contratación. Eso es lo que jamás van a ver con Iván Duque y conmigo. Nosotros consideramos –y lo digo más a título personal– que los partidos tienen algo muy valioso que son las bases. Yo, por ejemplo, fui candidata conservadora con las bases y sin los congresistas. Aquellos que han entrado a apoyar nuestra campaña saben que no vamos a hacer ninguna concesión burocrática o de contratación por ningún medio.
P ¿No cree que de cara a la segunda vuelta era necesario un debate?
R Nosotros creemos que hubo un exceso de debates en todos los medios, en todos los foros, que realmente la opinión terminó cansándose. También hemos estado absolutamente exhaustos recorriendo el país. La responsabilidad de Iván Duque y mía es ganar esta campaña de cara a la ciudadanía. La lección que deja esto es que para las siguientes elecciones es importante que los medios de comunicación se pongan de acuerdo porque creo que se abusó en los debates de primera vuelta.
P Sobre el rol de la mujer en la campaña, ¿cree que quedó relegada a ser fórmula vicepresidencial?
R A mí me da un gran pesar porque sí creo que las mujeres no podemos seguir atadas a ser las segundonas. Este es un país machista, excluyente frente a la mujer y las oportunidades que se le deben dar. Yo me encuentro todos los días gente que me dice que les gustaría que yo estuviera en la candidatura presidencial. Ahora, lo cierto es que yo me presenté a una consulta en la que obtuve la segunda votación. Nada que hacer.
P ¿Y cuál va a ser su rol en un eventual gobierno?
R Son varias tareas importantes. Primero, la lucha contra la corrupción. Vamos a lograr un gobierno que sea transparente. Lograr una sociedad que entienda que hay que transformar muchas de las costumbres. También voy a trabajar en el tema de la mujer. Quiero un gobierno que en todas sus políticas públicas esté abriendo espacios explícitos para empoderar a la mujer en la economía, en los negocios, en las empresas, en la academia, la cultura y, especialmente, en la política. Tenemos que lograr, entre otras cosas, cerrar las brechas salariales que existen.
P Hablando de mujer, ¿está de acuerdo con ampliar las condiciones bajo las cuales se permite el aborto?
R No. Terminantemente no. Creo que cada mujer debe tener una sexualidad responsable, evitando embarazos no deseados. Pero cuando se tiene el aborto como un medio para salir de una criatura, me parece que no es así. Respeto las condiciones que la Corte determinó, pero ampliar eso por simplemente descuidos, creo que no.
P ¿Cuál es su principal diferencia con Ángela María Robledo?
R Yo soy una persona que hago constantemente propuestas con una visión ambiciosa sobre el desarrollo de Colombia. No me gusta, realmente, el estilo político de quienes asumen una actitud de rencor, de odio, discriminación, de descalificación de los demás . Uno puede competir dentro del respeto a las cualidades del otro. Pero no me gusta el estilo agresivo de la otra campaña.
P ¿Y entonces qué le responde a quienes dicen que la campaña del miedo la han hecho ustedes?
R Quien ha hablado de quitarle tierras a los ingenios no somos nosotros. Ha sido Gustavo Petro. Quien ha hablado acá de admirar el modelo de Hugo Chávez es él, no nosotros. Quienes están sufriendo la llegada de venezolanos son todos los departamentos de Colombia, pero especialmente los del Caribe y la frontera con el vecino país. Entonces no se trata de que nos hayamos inventado una campaña montando miedos ficticios, sino que estamos en una campaña en la que somos conscientes de los riesgos de un modelo que Petro aplaudió y apoyó.
P Otra de las cosas que le endilga la contracampaña es tener responsabilidad en la operación Orión. ¿Qué responde?
R Resulta que, efectivamente, yo era ministra de Defensa en ese momento, y cuando se decidió por parte del comandante de las Fuerzas Militares esa operación, lo que sí hice fue haber convocado al fiscal general, al procurador y al defensor del pueblo, y a los tres les pedí que acompañaran todo el desarrollo de esas operaciones. El día que se instaló, allá estuvieron los tres en Medellín por solicitud de la ministra. Esa es la única responsabilidad que yo puedo asumir. Yo no hice ningún tipo de operación militar, donde la que estuviera disparando fusiles o estuviera al frente de la tropa fuera yo. Todo el tiempo que estuve en el Ministerio, que fueron 18 meses, en todos los discursos, en todas las intervenciones, en todas mis actuaciones, siempre insistí en que la Fuerza Pública colombiana debía dar ejemplo de legitimidad, respeto a la ley y los derechos humanos.