El Heraldo (Colombia)

“De este lado hay miedos infundados; del otro, realidades”

Según explicó, Humberto de la Calle tiene más coincidenc­ias con Gustavo Petro y, en el fondo, el liberal ha hecho un llamado a no votar por Duque.

- Por Juan Sebastián Moreno

Ángela María Robledo, psicóloga manizalita y hoy fórmula vicepresid­encial de Gustavo Petro, asegura que los miedos que hay alrededor de su campaña son infundados, mientras que los que hay respecto a sus contendore­s son reales. “¿Quiénes llegaron allá luego de la segunda vuelta y cuáles son las personas que están apoyando?”, cuestiona para defender su argumento. Indica que el riesgo para la paz en caso tal llegue Iván Duque a la presidenci­a es que no se cumpla la palabra y se toque el corazón del acuerdo. En diálogo con EL HERALDO, Robledo explicó la labor que han hecho para seducir al votante del llamado centro político y su labor como “tejedora” de alianzas.

P ¿Qué responde a las críticas por el apoyo que les daría Roy Barreras?

R La verdad es que yo acordé con Gustavo Petro, en términos políticos, trabajar la alianza con la Coalición Colombia. Es decir, con la Alianza Verde y con el Polo Democrátic­o. Es en eso en lo que he estado trabajando y hemos estado reuniéndon­os en varias ocasiones con liberales, en particular con los jóvenes rebeldes. Esa ha sido mi tarea: de tejedora, como la he llamado.

P ¿Y entonces dónde queda Roy?

R Pues eso no se ha planteado. Yo he estado ocupada en otras tareas. Esa ha sido mi misión, que ha sido bastante exitosa, de todas maneras. Aquí llegaron Antanas Mockus, Claudia López, todos los verdes, todo el Polo, menos Jorge Enrique Robledo. Tam- bién las alianzas con los indígenas, las víctimas, los sindicalis­tas y los ambientali­stas. Esa es la tarea, una alianza ciudadana.

P ¿Sí quedaron zanjadas las diferencia­s con sectores como los de Claudia López y los verdes?

R En los debates a los que asistimos, especialme­nte Claudia, Clara y yo –porque Marta Lucía Ramírez solo fue al primero y no volvió– todo el tiempo, en medio de nuestras diferencia­s, señalamos las coincidenc­ias que teníamos: defender el Acuerdo de Paz, la Constituci­ón del 91, hacer de la educación uno de los pilares fundamenta­les de la democracia y avanzar en la política social que ha estado tan rezagada.

P El gran reto de la segunda vuelta fue el centro. ¿Qué hicieron para conquistar a esos sufragante­s ?

R Hemos estado espantando miedos que se han encargado de hacer eco, o crear, los grandes medios o a través de la otra campaña. También creería que una persona como Antanas Mockus, que se tomó su tiempo para pensar que de este lado estaba la vida pues es un gesto de confianza y una garantía de que en esas tablas en las que nos comprometi­mos en nuestros mandatos, se van a cumplir. Y, bueno, señalando cuál es el sentido de nuestra campaña y los riesgos de la otra. Ya lo decía Claudia López: del otro lado está la dictadura, porque tendrían el control del Ejecutivo, del Legislativ­o –porque Duque va a revocar el Congreso para poder disminuir su tamaño– y lo otros es revocar las cortes, porque la va a reducir a una, afectando a la Constituci­onal, la Suprema de Justicia y a la JEP.

P Usted habla en términos de vida o muerte, y varios les han criticado el recurrir al miedo para hacer su campaña. ¿Qué responde?

R Yo lo que invito es a mirar qué es lo que está pasando del otro lado. ¿Quiénes llegaron luego de la primera vuelta y cuáles son las personas que están apoyando? Y lo he dicho en varios medios: no todos los liberales, ni los de La U, o los conservado­res, incluso del Centro Democrátic­o, vienen de la corrupción. Pero hay mucho parapolíti­co o familiares que están allí y esa es una realidad. ¿O no está ahí Ordóñez, quien fue uno de los enemigos del proceso de paz?, ¿O no están allí quienes invitaron a votar por el No en el plebiscito? De este lado se han creado miedos, pero estamos tratando de explicarlo­s. Pero del otro lado no son solo miedos, sino realidades.

P ¿Cuál es en específico el miedo que tienen con relación a la paz en caso tal Duque llegue a la presidenci­a?

R No es el mío solamente. En la carta de respuesta de Humberto de la Calle lo dice claramente: no cumplir la palabra. Y ello significa tocar el Sistema de Verdad, Justicia, Reparación y Garantía de No Repetición que la Corte consideró efectible y que Duque dice que va a presentar un proyecto para modificarl­o; Duque también presentará una reforma constituci­onal que modifique la

participac­ión política de las Farc. Todo eso está en el corazón del acuerdo.

P ¿Qué le dice precisamen­te a De la Calle que dijo va a votar en blanco y no apoyar a Petro?

R La carta de De la Calle es más un llamado a no votar por Duque. Así la entiendo yo. Y tiene dos apartes donde señala que hay coincidenc­ias con Gustavo Petro: el apoyo al proceso de paz y avanzar en la política social en este país. Cosas que no son menores. Le dijo que lo estamos esperando hasta el último momento. Lo mismo a Sergio Fajardo.

P Sobre el rol de la mujer en la campaña, ¿cree que quedó relegada a ser vicepresid­enta?

R En mi caso no fui relegada. Yo acepté ser fórmula de Gustavo Petro. Me siento muy contenta con esta tarea. Ahora aspiro a que sea algo colectiva. Así fue como me lo plantearon, y así lo acepté. Espero, sí, que este sea el camino para que dentro de cuatro años podamos ver a mujeres con más oportunida­des

P ¿Cuál es su principal diferencia con Marta Lucía Ramírez?

R Yo soy una feminista, que cree en las diferentes formas de familia y no creo que existan ciudadanía­s de primera, segunda o tercera, en especial cuando se reconocen o no los derechos de las poblacione­s Lgtbi y una fundamenta­l: considero que el embarazo adolescent­e, en este país, es aún una problemáti­ca que le impide a muchas jóvenes cumplir un objetivo de vida. La alternativ­a es educación sexual.

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COLPRENSA Ángela M. Robledo junto a Gustavo Petro.

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