Tribunas en Barranquilla para la afición mundialista
Diferentes locales y centros comerciales de la ciudad han dispuesto sus espacios para que los amantes del balompié disfruten la transmisión de la Copa Mundial de Rusia.
Con un café todavía humeante, Armando García hace una interrupción de su jornada laboral para disfrutar de “la religión que no tiene ateos”.
La conocida frase de Eduardo Galeano le viene bien a este hincha furibundo de la Selección Colombia que espera con ansias el debut de la tricolor hoy en el Mordovia Arena de Saransk frente a Japón.
“La emoción que produce el fútbol es única”, dice mientras le da un sorbo a su bebida caliente y observa desde la ‘tribuna mundialista’ del Centro Comercial Villa Country el encuentro Bélgica contra Panamá.
Desde el 14 de junio desayunar en este espacio se ha vuelto para él casi un ritual, pues mientras saborea cada bocado puede también analizar jugadas, pases y goles en la pantalla gigante dispuesta para que los amantes del balompié vivan la pasión del Mundial de Rusia.
Por su parte, el júbilo en los ojos del panameño Dante Guerra por la participación del equipo de su tierra natal por primera vez en un Mundial se fue transformando en tristeza por cada gol que le hacía Bélgica. “El futbol es así, a veces se gana otras se pierde, pero estar ahí para nosotros ya es un logro. Espero que ante Inglaterra nos vaya mejor”, dijo.
Después de su acostum- brada rutina de ejercicios, Nelson Berueta dice sentirse complacido de poder ver cómodamente los partidos a esa hora de la mañana. “Por lo general los partidos de la selección son sinónimo de cerveza y estadero. Aquí podemos disfrutar de este espacio sin escándalos”, manifestó el hombre de unos 30 años.
En el Centro Comercial Buenavista cómodos puf con los colores de la bandera colombiana y una pantalla gigante decorada con globos amarillos, azules y rojos en la plaza de comidas del segundo piso, fanáticos del fútbol veían los últimos minutos del encuentro.
Acostado en uno de los pequeños muebles Julio Nayid miraba atento el cotejo mientras buscaba en su teléfono móvil información de los jugadores y datos de interés.
“Me encanta cuando llega el mundial porque dedico mi tiempo libre a apreciar el deporte más bonito del mundo”, señaló.
CENTRO DE LA CIUDAD. En una zona de Barranquilla diametralmente opuesta se vive la pasión del fútbol con la misma intensidad.
En la esquina de la calle 40 con la carrera 43 en la Tienda La Cívica, los clientes del establecimiento apreciaban el duelo Túnez Inglaterra que se disputó a la 1:00 de la tarde.
Deivis Gutiérrez pasaba el almuerzo con una Club Colombia.
“Es justo y necesario por el calor”, dijo tomando entre sus manos la botella. “Fútbol sin cerveza no es fútbol. Lástima que los partidos son tan temprano. La semana recién empieza y hubo ley seca por las elecciones pero no todo el tiempo tenemos Mundial”, dijo antes de tomarse media cerveza de un trago, limpiándose luego la boca con el antebrazo.
Más adelante, en el Estadero Central ubicado en la calle 35 con 40, varias personas absortas en la pantalla de un televisor veían los últimos minutos del partido. El recinto estaba oscuro a pesar de ser un poco más de las 2:00 de la tarde. Una mujer se pegaba a un abanico de pared buscando un poco de aire, a otra el sudor que corría por su frente no parecía molestarle pues sus ojos estaban fijos en el partido y así como ella muchas de las caras disimiles que estaban en el local. Un anciano con unas copas de más, en una mesa de la esquina, pedía otra cerveza en honor a la Selección Colombia. Para ese hincha octogenario este es el Mundial en el que la tricolor hará historia.