Indignación por drama de niños separados de sus padres en EEUU
La propia bancada republicana en el Senado, que sostiene al Gobierno, rechaza la medida de Trump.
Aumentan las voces de rechazo al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, pero el mandatario justifica la separación de niños de sus familias en la frontera por su ingreso ilegal a EEUU.
El presidente Donald Trump busca apaciguar a su propia bancada en el Congreso, claramente incómoda ante el imparable escándalo por la separación de miles de niños inmigrantes del resto de sus familias en la frontera estadounidense con México.
Más allá de la furia indisimulada de los legisladores de la oposición demócrata, los propios republicanos no esconden la incomodidad con la creciente controversia y las justificaciones esgrimidas hasta ahora por el gobierno.
Trump y altos funcionarios ya dejaron claro que el gobierno no pretende retroceder en su política de separar familias arrestadas al ingresar clandestinamente al país, a pesar del ya ensordecedor coro de críticas indignadas por semejante iniciativa.
“Yo no quiero niños siendo retirados de sus padres. Pero cuando buscamos procesar a los padres por venir aquí ilegalmente, algo que se debe hacer, hay que separar a los niños”, dijo el mandatario en un discurso ante pequeños empresarios.
En tanto, varios legisladores demócratas visitaron centros de acogida de niños separados de sus familias en la frontera y expresaron su furia al encontrarse con que los menores son mantenidos en instalaciones divididas en “jaulas”.
RECHAZO MAYORITARIO.
Diversos sondeos ya muestran el rechazo mayoritario de los ciudadanos estadounidenses a esta situación, en un cuadro que podría claramente tener efectos en las elecciones legislativas de medio término.
El gobierno, en tanto, se aferra con firmeza a la teoría de que la separación familiar es resultado de la ley vigente, y que los legisladores demócratas son los responsables por esta situación, al negarse a votar una ley de reforma del sistema migratorio.
Como forma de preparar el terreno para su visita al Congreso, Trump apeló a la red Twitter: “¡Los Demócratas son el problema!”, reiteró.
Según el presidente, a los demócratas “no les importa la criminalidad y quieren inmigrantes ilegales, no importa cuán malos puedan ser, para inundar e infectar nuestro país, como el MS-13”, en referencia a la Mara Salvatrucha.
Los republicanos controlan las dos Cámaras del Congreso, pero Trump responsabiliza a los demócratas porque en el Senado precisa de 10 de sus votos para que una ley resulte aprobada.
En la actualidad, en el Congreso circulan dos proyectos de ley relativos a la cuestión migratoria.
El primer proyecto es claramente de ‘línea dura’, apoyado por los sectores más ultraconservadores, y el segundo es considerado de “compromiso” con los demócratas.
Este último proyecto pone fin a la separación de familias, protege de la deportación a aquellos inmigrantes llegados al país en su infancia (los llamados Dreamers), aumenta el presupuesto de defensa fronteriza y reduce las cuotas de inmigración legal.
El martes, sin embargo, los gobiernos de Colorado, Nueva York, Maryland y Massachusetts se negaron a enviar tropas de la Guardia Nacional a la frontera sur.
“No seremos cómplices de esta tragedia humana”, dijo el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo.
En medio de la avalancha de críticas, el Fiscal General y Secretario de Justicia, Jeff Sessions, opinó que las comparaciones con acciones de los nazis en Alemania era “una real exageración”.