Guerra entre pandillas deja un muerto en Las Gardenias
Desde la oscuridad le dispararon a a Luis Junior Llinás Flórez la noche del pasado lunes. El hecho quedó registrado en un video.
Desde la oscuridad le dispararon la noche del lunes a Luis Junior Llinás Flórez, el joven de 19 años que resultó muerto tras un enfrentamiento entre pandillas en el complejo habitacional llamado Las Gardenias, ubicado en la localidad Metropolitana de Barranquilla.
Llinás Flórez hacía parte de uno de los bandos y corría por un bulevar amenazando con lanzar piedras hacia sus rivales del conjunto 11, en la torre 15. En ese momento, tal y como quedó grabado en el video de un testigo, el joven recibió un tiro de perdigón.
Los compañeros de Luis Junior lo cargaron y lo trasladaron hasta el Hospital San Ignacio, pero los médicos no pudieron poner a salvo su vida. Los perdigones a la altura del cuello fueron mortales.
Los testigos señalan a un joven con el alias de ‘Gordo’ como el responsable de la muerte del joven.
VIDA CON ZOZOBRA. Los enfrentamientos entre pandilleros ha sido una de las problemáticas de esta urbanización. Los choques han dejado múltiples personas lesionadas, entre estas policías. Por eso dicen vivir con zozobra los vecinos.
En un informe publicado por esta casa periodística el año anterior, Verónica Salas, habitante del conjunto No. 8, dio luces de cómo se pasan las noches allí. Su conjunto es uno de los once que hacen parte del vasto complejo habitacional entregado por el Gobierno a población de escasos recursos y víctima de la violencia.
En la Región Caribe se han entregado 38.172 viviendas gratuitas y uno de los proyectos más grandes en Barranquilla es Las Gardenias, donde se donaron cerca de 4.000 soluciones habitacionales.
Entre los hechos violentos, según la mujer, también se han registrado en el último año dos asesinatos más e incalculables enfrentamientos de pandillas, sumado a casos de narcomenudeo que se mantiene a punta del consumo entre menores.
En las dos habitaciones que tiene su apartamento, Verónica se acomoda con los cuatro miembros de su familia. Ella y su pareja en un cuarto y, en el otro, su hija, su yerno y el pequeño Emmanuel, su nieto.
Lleva tres años en este lugar y dice que llegó allí luego de un “papeleo” que hizo en la Alcaldía.
Vivir en un cuarto piso, aseguró, le ha servido para estar un poco más “resguardada” que los vecinos de las plantas bajas.
El 24 de octubre de 2017, cuando se presentó el enfrentamiento entre pandilleros de su conjunto, que se identifican como ‘Los Vidasuave’ y ‘Los Chupaculo’, que son los jóvenes delincuentes del conjunto No. 5, recordó que recogió los bluyines de su pareja y de su yerno que se secaban en el ventanal de la sala y cerró “con todo y cortina”.
“Eso fue como una película, ni más ni menos. Los pelaos corrían de un lado a otro, unos disparaban y otros tiraban piedras. Bueno, eso me dice el vecino que sí vio, porque yo pasé al cuarto y me metí bajo la cama”.
Según ella, las balas de los pandilleros han alcanzado los puntos más altos de los edificios y han llegado a hacer daño a los bienes de sus vecinos. Las balas perdidas de esa guerra sin sentido han traspasado ventanas, puertas, tablas y colchonetas, dijo Verónica.
Tras el ataque de este lunes, las autoridades informaron que se tomó el control de la zona y se inició la búsqueda del agresor, pero, hasta el momento, no han podido ubicarlo.