Un arte que dejó de ser tabú
“Un tatuaje pequeño y sencillo puede costar de cien mil pesos en adelante, mientras que uno grande, con muchos detalles puede llegar a los tres millones de pesos”.
que tienen como especialidad tatuajes pequeños y sutiles”.
En cuanto a las tendencias, Malagón afirma que las letras chinas pasaron de moda y que son más populares los retratos de artistas famosos, nombres de familiares, infinitos y mandalas.
“El futbol no se escapa de esas pasiones que se plasman en la piel. En Barranquilla he visto tatuajes de Messi, Carlos Bacca, Sebastián Viera, Vladimir Hernández y hasta Ronaldinho”, agrega.
Hace 18 años se abrió en La Arenosa uno de los primeros locales de tatuajes, muy cerca de la Universidad Autónoma del Caribe. La tienda se inició tímidamente en el negocio del arte corporal frente a un público conservador.
Catalina Jiménez recuerda que allí se hizo el primero de sus 13 tatuajes hace 15 años. Una luna en el tobillo, recién empezada su carrera universitaria, le hizo sentirse moderna y “especial”, pero muchos de sus compañeros la vieron como una mala influencia.
“Cuando me hice mi tatuaje la gente me miraba mal y me juzgaba. Ahora ver a una mujer con tatuajes es natural. No genera ese choque como antes”, cuenta.
David Pedroza, el tatuador de ese icónico lugar, se dedica a ese oficio hace aproximadamente dos años. Tiene gafas, una enorme sonrisa y su apariencia va en contravía del imaginario que se tiene de estos artistas. En lugar de verse como un punkero, metalero o alguna otra subcultura derivada del hip hop, parece más bien un estudiante de matemáticas, de esos que sacan buenas notas.
Para David, los tribales, animales, la religión y los familiares, son los tattoos preferidos por sus clientes. En cuanto a los precios, un tatuaje pequeño y sencillo puede costar alrededor de 100 mil pesos mientras que uno grande y elaborado puede costar de uno a tres millones de pesos.
“Pienso que aunque los tiempos han cambiado y las sociedades son más incluyentes, siguen existiendo muchos prejuicios en torno a los tatuajes. Un tattoo es una huella imborrable que le da un toque especial al que lo lleva. No son rayones, ni calcomanías en un Ferrari, es un compañero, una obra de arte que se expresa con nuestro cuerpo”.