Traumático debut de Colombia

No pudo tener un inicio más tétrico el debut de Colombia: apenas tres minutos, pase largo de Japón que toma a Dávinson Sánchez mano a mano en el centro del campo y -error- sin ningún respaldo de un compañero, Yuya Osako remata, David Ospina rechaza, el rebote lo toma Shinji Kagawa que dispara al arco y la mano de Carlos Sánchez impide el gol, pero provoca el penal y su expulsión.

Uno a cero en contra y 10 jugadores. La reacción de Colombia fue valiente, emocional, esforzada, pero desordenada. José Pékerman lo leyó así y excluyó a Juan Guillermo Cuadrado para darle paso a Wílmar Barrios. Ordenarse para atacar mejor es el viejo aforismo futbolero.

Y dio frutos: engaño del talentoso Juan Fernando Quintero, quien por debajo de la barrera transforma en gol un tiro libre. Premio para un gran esfuerzo de la Selección Colombia. Esfuerzo que le pasó factura en el segundo tramo.

La aparición de la fatiga en Colombia trajo consigo la disminución de la agresividad, el repliegue y la cesión de la pelota. Y el combinado de Japón se hizo dueño del trámite del partido con un toquetoque que a priori no creíamos que hiciera parte de su catálogo futbolero.

Fue más Japón y por la vía aérea para el 2 a 1 final lo confirmó.

Coletilla: ¿si James Rodríguez no estaba para 11 vs. 11, por qué sí para 10 vs. 11?