Teléfonos inteligentes
Es preciso anotar que la inmersión en las nuevas tecnologías es un imperativo que no admite dudas, y los padres y abuelos tenemos que acogernos a las posibilidades que brinda el internet, las redes sociales y los teléfonos inteligentes para poder cumplir a cabalidad algunas funciones en la educación de nuestros hijos y nietos.
Sin restarle méritos a los adelantos electrónicos y al hecho de que logran conectarnos, pero el síntoma de que algo está pasando en ese sentido lo podemos apreciar en los dos importantes artículos que el doctor H. Martínez ha comentado en su columna en EL HERALDO ‘Exceso de tecnología’ y la conferencia que en ese mismo sentido dictó en Sociedad Médico Quirúrgica, en donde se argumentan una serie de daños que el uso excesivo de estos aparatos hace en el cerebro de niños y adolescentes, además pone de presente las dificultades que hoy encontramos para alcanzar a moldear la conducta y la forma de ver la vida en la etapa de su formación, de hacerles ver la frontera entre lo apropiado y lo incorrecto, entre lo ético y lo inmoral, que les pueda servir para ser una personas de bien. Es un llamado a revisar y analizar las condiciones en que enfrentamos esos retos y desafíos para los que muchas veces no estamos preparados.
Quisiera, aunque podría ser más de lo mismo recalcar sobre “perjuicios del uso indiscriminado de los teléfonos inteligentes”:
‘Texteador compulsivo’, es el nuevo síndrome o tipo de adicción por el uso permanente y discriminado del celular. Va asociado con mal rendimiento académico, problemas de atención y falta de sueño. Período de ‘Hikikomori’, palabra japonesa que significa apartarse, aislarse.
Individuos que pueden pasar meses o años encerrados en sus cuartos y conectados con el mundo únicamente mediante los medios electrónicos. Presentan, alteraciones emocionales, pérdida de las habilidades sociales, o de los referentes morales cuando se reincorporan a la sociedad, porque su mundo se ha formado con los valores de los videojuegos. Efecto Google: pérdida de las habilidades de memoria debido al hecho de saber que podemos preguntarle a google hace que nuestro cerebro no se ocupe de hacer el esfuerzo por memorizar. Está demostrado que saber que se tiene el celular cerca se vuelve un factor que predispone a la distracción, alterando la aplicación de pruebas cognitivas. Está comprobado que “cuando las personas reciben un mensaje de celular y no pueden revisarlo por las condiciones en que se encuentren en ese momento, puede provocar aumento en la frecuencia cardiaca y en la presión Arterial. También el ‘tip para insomnes’, en donde el celular paraliza la mirada, alterando el movimiento rítmico de los ojos, produciendo alteraciones del sueño. Todo lo contrario de lo que ocasiona la lectura de un libro, que permite el movimiento rítmico de los ojos facilitando el sueño. No se conocen estudios que informen sobre los daños que pueda ocasionar la lectura de un libro. Agustin Guerrero Salcedo