Los amigos que se convirtieron en rivales del presidente
El mandato de Trump se ha destacado por las controversias.
WASHINGTON. En el papel, el puesto de Michael Cohen sonaba perfecto: “Abogado personal del presidente Donald J. Trump”.
Pero en el curso de veinte años, su rol fue mucho más allá e incluyó toda una lista de servicios -vocero, animador, peón, encubridor y, a veces, abogado-.
Nadie podía hablar de Trump o respaldarlo tanto como Cohen, quien llegó a decir que el presidente era para él menos un jefe que un “patriarca” o un “mentor”.
Su relación comenzó a resentirse cuando a Cohen no le ofrecieron un puesto en la administración, pero colapsó por completo cuando Trump guardó un rotundo silencio ante las dificultades legales que comenzó a enfrentar su abogado.
Cohen había puesto el cuerpo por Trump varias veces, pero estaba claro que éste no le devolvería el favor.
Así que de pronto grabaciones de conversaciones privadas fueron filtradas y comenzaron a volar los tuits.
EL ESTRATEGA. Aparte del propio Trump, tal vez no existe otra persona que haya hecho tanto para que resultara electo como Steve Bannon, logrando formar una coalición entre factores de la extrema derecha y el partido republicano para llevarlo al poder.
En la Casa Blanca, Bannon fue el estratega principal del presidente y el más importante de sus ayudantes.
A pesar de que fue culpado por los problemas internos y las filtraciones que afectaron los primeros días de la administración Trump, pudo dejar la Casa Blanca relativamente en buenos términos.
EL SENADOR. El apoyo del entonces senador Jeff Sessions a Trump para la nominación del partido republicano a principios de 2016 le dio a esta inusual candidatura cierta legitimidad y disparó sus posibilidades en la conservadora región sureña del país.
Ambos recorrieron el país en campaña e intercambiaron elogios y Trump le dio su apoyo para convertirse en fiscal general.
Pero cuando Sessions dijo que tendría que dejar su cargo si Trump despedía al número dos de la fiscalía, Rod Rosenstein, en el mar- co de la investigación por colusión entre Rusia y el comité de campaña de Donald Trump, este último explotó, afirmando que él nunca hubiera puesto a Sessions en ese puesto, pues era "MUY débil" por no haber investigado a Hillary Clinton.
Pero hasta ahora no lo ha despedido.
LA ESPOSA. El primer matrimonio de Trump, con Ivana Zelnickova, no terminó nada bien.
Se vio afectado por la relación amorosa de Trump con Marla Maples, quien se convertiría en su segunda esposa y cuyo romance se ha conocido de manera detallada.
“El desastre de los mil millones”, como lo llamó un tabloide, terminó con demandas por propiedad, historias que se filtraron sobre negligencia con el hijo, afirmaciones de Maples sobre lo bueno que era el sexo con Trump y rumores de que Trump no estaba de acuerdo con los implantes de seno que se colocó Ivana.