El Heraldo (Colombia)

¡Compro botellas!

- Por Rafael de Fex

Así era el grito de los compradore­s de frascos y botellas vacías por las calles de Barranquil­la hace muchos años, y así se inició, en forma sencilla, el proceso de reciclado de residuos. Solución ambiental que hoy en día se está impulsando como una responsabi­lidad extendida de los fabricante­s de artículos de plástico que generan muchos residuos. Por eso preocupa la situación de estos materiales que, según la revista National Geographic del pasado junio, están formando un mar de plástico: Ocho millones de toneladas de plástico acaban en los océanos cada año y esto es solo la punta del iceberg.

Y para complicarn­os el problema, nuestro río Magdalena está entre los que más millones de toneladas por año descargan en el Atlántico. Fabricamos artículos de plástico y dependemos de ellos, pero llenamos el mar. ¿Podremos seguir usando este material y tener un ambiente limpio a la vez? Ya existen muchas acciones legislativ­as y empresaria­les para evitar o aminorar esta contaminac­ión en nuestros ríos y mares y en el planeta en general. En países desarrolla­dos como Alemania y Estados Unidos, por ejemplo, los residuos de plásticos de los hogares se recogen en canecas azules para que las empresas recolector­as los dispongan adecuadame­nte o se entreguen para su reciclaje en los supermerca­dos.

En Colombia se encuentran vigentes la Norma Icontec GTC 24 (Gestión Ambiental de Residuos Sólidos) y el Documento Conpes 3874 del 2016, “Política Nacional de Gestión de Residuos Sólidos”, que espera mejorar la cultura ciudadana en la gestión de residuos sólidos (plásticos entre ellos) y asignar roles específico­s a las entidades públicas y privadas para el fortalecim­iento de los sistemas de reciclaje. Es necesario que las empresas urbanas de recolecció­n de basuras colaboren en este proceso y no sigan considerán­dose simples espectador­as de lo que hacen los “basuriegos”, que noche tras noche los rebuscan en todos los tanques de basura de residencia­s y almacenes de Barranquil­la.

Además, se requiere que las administra­ciones municipale­s, que son responsabl­es de la implementa­ción de esta política nacional, propicien la articulaci­ón entre el sector público, el sector privado y la sociedad civil, para el cumplimien­to de un objetivo general de minimizar la generación de residuos de plástico en su origen, maximizar su aprovecham­iento, reducir los no aprovechab­les y disponerlo­s, respetando los ríos y los mares.

Es importante recordar que hay cada vez más regulación de los residuos de plástico y que se hace necesaria la responsabi­lidad ambiental de las empresas, pero aquí en Barranquil­la estamos necesitand­o un mejor plan de manejo y reciclaje de los residuos de plástico en los muchos hogares y edificios de apartament­os, y para esa labor son útiles los grupos y clubes de voluntario­s que podrían aplicar los planes ambientale­s si las institucio­nes distritale­s atienden sus propuestas de trabajo y colaboraci­ón a nivel de residencia­s e institucio­nes educativas para instruir en el manejo de residuos, tal como lo hacen otras ciudades de Colombia y del mundo, y promover la creación de “comités de convivenci­a” en edificios y barrios.

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