OTROSÍ AL CONTRATO
El alcalde de Soledad, Joao Herrera, asegura que la deuda que reclama la empresa Triple A corresponde a un otrosí del contrato que fue firmado por Antonio Fernando Castillo. En el documento se reconoce una deuda que hoy sumaría $70 mil millones (incluyendo intereses) por concepto de déficit de subsidios entre los años 2002 y 2009. Este pasivo no fue incluido dentro del Acuerdo de Reestructuración que firmaron, en mayo de 2012, el Municipio y los acreedores, bajo la Ley 550, para “poner la casa en orden fiscal y financieramente”. Este acuerdo ‘blindó’ al Municipio de embargos. Según Herrera, la deuda no fue reconocida porque en su momento la Procuraduría y la Contraloría emitieron concepto favorables para el Municipio, en los que advertía que la deuda no era cierta y, por consiguiente, no podía ser incluida como acreencia.
Sin embargo, la empresa Triple A sostiene que la deuda fue reconocida por la Superintendencia de Sociedades, a través de un fallo de fecha 19 de septiembre de 2012. En la decisión, la Supersociedades le ordenó al promotor del proceso de reestructuración de pasivos incluir dentro del Acuerdo la obligación a cargo del Municipio y “a favor de Triple A” por valor de $47.538 millones.
En virtud de eso, dice la empresa de servicios, el promotor de la Ley 550 está en la obligación de incorporar la acreencia en favor de la compañía.
A esta deuda, según Triple A, se deben sumar dos facturas por $8.024 millones (sin incluir intereses) por déficit del Fondo de Solidaridad y Redistribución de Ingresos (FSRI).