El Heraldo (Colombia)

San Juan de los Morros, espejo de las desdichas de Venezuela

En esta ciudad a 150 m de Caracas nada funciona: la luz se va a diario, el agua llega una vez al mes, no hay efectivo y tomar un bus lleva horas.

-

SAN JUAN. La luz se va a diario, el agua llega una vez al mes, no hay efectivo y tomar un autobús demanda horas: en la ciudad venezolana de San Juan de los Morros casi nada funciona y la resignació­n acecha.

No es un lugar remoto. A solo 150 km al oeste de Caracas, en cada esquina se siente el azote de la crisis del país, generalmen­te más severa en las provincias.

Capital del estado Guárico, de 160.000 habitantes, San Juan es un coctel de desventura­s que sintetiza la debacle de la otrora rica nación petrolera.

“Mandan el agua una vez al mes, el resto del tiempo tenemos que comprar (...), hemos llegado a pasar veinticuat­ro horas sin luz”, se lamenta Florimar Nieves, maestra de primaria de 39 años.

Florimar vive con sus dos hijas y una nieta en las afueras de San Juan, en una zona de pequeñas casas a medio hacer, calles de tierra y perros flacos.

Gasta una cuarta parte del sueldo comprando agua en camiones cisterna y su hija, estudiante de medicina, debe ir a casa de amigos para usar internet, pues en la suya no hay señal.

Aunque sobran los motivos, en San Juan las protestas escasean como la comida, las medicinas y los productos de higiene personal.

Muchos parecen resignados al abandono: algunos recogen agua de lluvia, y cuando hay cortes eléctricos, varias veces al día, ruegan que no se dañen sus electrodom­ésticos.

Con ropas desgastada­s y delgados, adultos y niños caminan largas distancias para ir al trabajo o la escuela, pues se cansan de esperar los pocos autobuses que quedan por falta de repuestos.

Sentados en el piso, otros aguardan cabizbajos bajo un fuerte sol.

UN “LUJO” EN LA ADVERSIDAD. Quienes no pueden comprar agua y llevan semanas sin recibirla, se surten de la “toma”, un sistema de tuberías en el centro de la ciudad conectado a un pozo.

“Venimos dos o tres veces a la semana. Llevamos doce días sin agua”, cuenta Arelis Oliveros tras llenar varios envases.

En el centro de San Juan, Alejandro, de 17 años, suele bañarse con agua de lluvia porque en casa de su abuelo -con quien vivepasan días sin recibirla.

“A veces me canso de bañarme así porque huelo mal y me doy un lujo: gasto 10.000 bolívares en efectivo en el autobús para bañarme en casa de mi mamá”, cuenta.

Un lujo, sí, porque en San Juan, como en el resto del país, el efectivo está en grave escasez por una hiperinfla­ción que podría llegar a 1.000.000% este año, según el FMI.

Ningún cajero automático funciona, y para retirar dinero de los bancos hay que hacer fila durante horas. Diariament­e se pueden sacar 100.000 bolívares, que solo sirven para pagar el bus o la gasolina, pues un huevo cuesta 200.000.

A Carolina Azuaje, estudiante de medicina de 17 años, se le acabó el efectivo y pasa horas esperando los autobuses gratuitos de la universida­d.

“Salgo a las seis de la mañana para agarrar transporte (entra a las nueve). Se tarda y tienes que montarte a golpes y patadas. La semana pasada me partieron un dedo de la mano”, relata.

No exagera. Cuando llega el autobús, emprende una carrera frenética con un centenar de compañeros para montarse. Tras los empujones, muchos no lo lograron. La mayoría reía.

 ?? AFP ?? Un grupo de personas se atropella con el fin de ingresar a un bus
AFP Un grupo de personas se atropella con el fin de ingresar a un bus
 ??  ?? Larga cola para llenar los botellones con agua.
Larga cola para llenar los botellones con agua.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia