Mar Caribe
En la playa, del vetusto Castillo de Salgar
Por vez primera te vi, turbio e impetuoso. Me impresionaste.
Desde la limpia y abundante arena del Rodadero, me lance, gozoso, altanero, a tus mansas aguas. Me cautivaste.
Junto a mi morena, te visité en Marbella, la playa más bella
De la heroica y colonial Cartagena. Me regocijaste. De traje multicolor, estabas vestido. Idus de marzo Cuando te encontré, en San Andrés y Providencia. Me fascinaste. Portobelo en Panamá de delfines visitado A la amurallada Cartagena me transportó. Me entristeciste.
Solitario y frío te descubrí En la Habana y Varadero, unos días de enero. Me enterneciste.
En Cayo Hueso, de cruceros invadido Agringado y con olor a tabaco cubano. Me asombraste. Te reconocí, en Bahamas, de Bretaña poseída con el faro azul de Nassau flirteándote. Me sonrojaste. Playa del Carmen, en la Riviera Maya
Fue nuestro último encuentro, con Chichen Itzá. Me sorprendiste.
Desde mi balcón te contemplo en Barranquilla, regalo de Dios
Cada día, frente a mí, con tus alboradas y crepúsculos antillanos.
¡Me enamoraste…!
¡Mar Caribe!
Teobaldo Coronado teocorona42@yahoo.com