Campeones en el fútbol de los Juegos
La Selección Colombia juvenil se impuso 2-1 a Venezuela, anoche en el Romelio Martínez, y se quedó con la medalla de oro en el fútbol.
La Selección Colombia sub-21 de fútbol derrotó anoche 2-1 a Venezuela en el estadio Romelio Martínez y conquistó la medalla de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018. Colombia, dirigida por el samario Arturo Reyes, se fue en ventaja debido a un autogol del defensor Jean Gutiérrez; el delantero Leonardo Castro convirtió el segundo tanto, mientras que Yohandry Orozco consiguió la anotación de la selección venezolana. Colombia ganó su tercer oro en fútbol en estas justas (Cartagena 2006 y en Barranquilla 1946).
Y el oro se quedó en casa. En un Romelio Martínez vestido de amarillo, la Selección Colombia sub-21 se coronó campeón del fútbol de los Juegos Centroamericanos y del Caribe al vencer anoche 2-1 a Venezuela en la final.
Fue un triunfo justo, merecido, sin discusión. La Amarilla fue más que su oponente durante los 90 minutos y eso se vio reflejado en el marcador desde bien temprano. Los dirigidos por Arturo Reyes, exasistente técnico del Junior, escriben así con letras doradas sus nombres en la historia de estas justas deportivas, donde Colombia no quedaba campeón desde el 2006.
En el Romelio se vivió un primer tiempo entretenido, con una Colombia que fue de más a menos, dominando los primeros 25 minutos con buen fútbol, pero cediendo el protagonismo en el último tramo de la etapa inicial.
En el Romelio Martínez se vio un partido dinámico, de ida y vuelta, con una selección tricolor agresiva, que salió a imponer condiciones ante su gente, que llenó el mítico escenario de la calle 72 y que no se cansó de alentar durante los 90 minutos.
El atacante del Junior, Luis Sandoval, avisó a los 10 minutos las intenciones de Colombia, con un remate al borde del área que pasó cerca del horizontal. Respiraba la vinotinto, pero no por mucho tiempo.
Un minuto más tarde, la Amarilla encontró la apertura del marcador, con una incursión de Hayen Palacios por sector derecho. El habilidoso delantero colombiano ingresó al área en velocidad y sacó un buscapié, que pegó en la humanidad del defensor venezonalo Jean Gutiérrez y se metió en propio puerta.
Con el 1-0 en el marcador, Colombia decidió no bajar la guardia. Por el contrario, apretó, presionando en campo rival, no dejando pensar a la vinotinto, que se veía incomoda, intranquila, ineficaz, bloqueada.
Los dirigidos por Arturo Reyes aprovecharon los minutos de aturdimiento del rival para darles el segundo golpe de la noche. Leonardo Castro sacó de la chistera un tiro libre violento, que le quemó las manos al arquero Joel Graterol, para volver a inflar la red venezolana (2-0).
La fiesta a esa hora de la noche en las tribunas del nuevo Romelio Martínez era intensa. “¡Colombia! ¡Colombia! ¡Colombia!”, gritaba una y otra vez la afición tricolor emocionada por el triunfo parcial que los acercaba a la medalla de oro. Colombia se tomó un respiro, luego de un inicio eléctrico, y permitió la reacción del rival. Los dirigidos por Rafael Dudamel se fueron tomando confianza y comenzaron a inquietar los predios defendidos por el arquero Kevin Mier.
Y en una acción de pelota quieta encontraron el tanto del descuento. Disparo de tiro libre que pega en la humanidad de un defensor, Yohandry recoge el rebote y saca un remate, que pega en Leonardo Castro y se mete al fondo de la red (2-1). Fin de una primera parte atractiva.
La etapa complementaria mostró a una Colombia que intentaba jugar con el desespero y la necesidad del rival. Los dirigidos por Arturo Reyes se plantaron atrás y se dedicaron a salir al contragolpe aprovechando los espacios que dejaba la vinotinto en defensa.
El dominio era de Venezuela pero las mejores opciones las protagonizaba el local, que carecía de contundencia para liquidar las acciones.
Sobre el final, dos expulsiones que le pusieron picante al cierre. De un lado el colombiano Larry Vásquez, que frenó un avance claro de la vino tinto con una falta táctica, y por el otro el venezolano Ronaldo Lucena, por juego entrada violenta sobre el arquero tricolor.
Triunfo dorado de Colombia, que se queda con el oro Centroamericano en Barranquilla... la casa eterna de la Selección.