CD marca terreno en la ‘era Duque’
La relación entre el presidente y su partido, el Centro Democrático, mantiene el debate en la opinión pública.
Los análisis se centran en determinar si existe una división al interior de la colectividad, si se trata de una estrategia concertada o si es un reparto amigable de papeles.
Estamos acercándonos a un escenario de alta complejidad, de una alta confusión.
Aquí lo que hay es un partido unido en torno al presidente de la República y sus compromisos.
El presidente tiene la mejor relación con cada uno de los miembros del partido que lo avaló.
¿Qué daño le hizo a Duque el discurso de Macías? Ninguno. Esto es una estrategia más.
Solo fue recibir la banda presidencial y de inmediato Iván Duque tuvo que enfrentar la tormenta política que se le venía cuesta arriba al asumir la primera magistratura colombiana.
Los fuertes vientos que tumbaron las banderas y obligaron a bajar una de las pantallas gigantes dispuestas para la ceremonia de posesión, precedieron el discurso del presidente del Congreso, Ernesto Macías, que le dejó claro al nuevo jefe de Estado las tareas que para su partido, el Centro Democrático, debe cumplir al frente de los destinos del país, incluida el cambio de la doctrina y la cúpula militar.
De inmediato el presidente marcó su línea conciliadora y menos radical en su primera intervención oficial: “No dejemos que el odio interfiera en este propósito, no dejemos que nada nos distraiga del camino de la unión. No más divisiones de izquierda y derecha: somos Colombia. No más falsas divisiones entre neoliberales y socialistas: somos Colombia. No más divisiones entre ismos: somos Colombia”.
Terminado el saludo protocolario los miembros del Centro Democrático se reunieron en privado alrededor del expresidente Álvaro Uribe y celebraron el discurso del presidente del Congreso que reflejó el panorama descrito en un aviso publicitario que la colectividad pautó en varios medios impresos de circulación nacional.
Tres días antes, en una entrevista a un medio nacional, la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez declaró al ser consultada sobre la JEP y la aprobación de un procedimiento especial para uniformados involucrados con el conflicto armado: “Una cosa es el Centro Democrático, partido del presidente Duque, que valoramos, respetamos y que será fundamental para nosotros, pero otra es el gobierno”.
Esta declaración fue citada en tono sarcástico por la senador Paloma Valencia, según se aprecia en el video revelado por Noticias Uno de la celebración privada del partido tras la posesión: “Como dijo la señora vicepresidenta, una cosa es el Gobierno y otra el Centro Democrático... (risas)”.
NUEVOS EPISODIOS. Amaneció el 8 de agosto y el paquete de medidas legislativas presentado por el Gobierno, que incluyó un paquete anticorrupción, volvió a agitar con fuerza los vientos del Centro Democrático. Mientras el presidente y su ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, insistían en que sí respaldarán la Consulta Anticorrupción y que los proyectos presentados por el Gobierno son complementarios, el senador Uribe anunciaba que no apoyaría la iniciativa aprobada en el Congreso de la República y que será votada en las urnas este 26 de agosto.
Y el cierre de la agitada semana fue las críticas en Twitter de la senadora María del Rosario Guerra al nombramiento del viceministro de Vivienda, Víctor Saavedra. “Es desatinado nombrar a @vicsaavedraM. Fue responsable de cartillas de ideología de género lideradas por Gina Parody y rechazadas por las familias colombianas. No basta una hoja de vida si no se comparten principios en los temas de tras- cendencia @IvanDuque”, trinó la congresista del Centro Democrático.
Estos desencuentros entre el presidente Duque y su partido parecieran no presagiar un inicio de gobierno como el que se esperaba, pues las diferencias de posturas comienzan a demostrar que “Duque quedó arrinconado, un poco es prisionero de su partido”, en opinión del politólogo Fernando Giraldo.
Sin embargo, miembros del partido aseguran que el Centro Democrático está unido en torno a la gestión del mandatario de los colombianos y no hay fracturas ni divisiones. Mientras que opositores creen que se trata de una estrategia
PARTIDOS DÉBILES. Para el analista y docente de la Universidad del Norte Fernando Giraldo, el panorama político que afronta el presidente Duque tiene dos grandes raíces. Por un lado que no hay un partido de gobierno sino un mandato de coalición política, teniendo en cuenta que en Colombia no hay partidos grandes sino pequeños. De las 280 curules del Congreso de la República, 51 le pertenecen al Centro Democrático y le siguen el Liberal, 49; Cambio Radical, 46; La U, 39 y Conservador, 36.
Esto hace que ningún partido, aun el CD teniendo la mayor participación del Congreso, sea mayoritario. Ni siquiera sumando tres partidos en coalición logran la mayoría que se requiere para sacar adelante un proyecto de ley (54 en el Senado y 86 en la Cámara).
Por otro lado, está el “síndrome de la traición” que padece la mayoría ortodoxa y radical del Centro Democrático que no “se sintió representada” desde el principio por el hoy presidente, y que considera que la posición centrista del mandatario es un “terreno fértil para la traición”, por eso el discurso que el presidente del Congreso pronunció en la posesión creen los analistas que le marcó el territorio a Duque para recordarle que se debe a su partido.
“Macías se fue lanza en ristre contra todo, puso en tela de juicio y en riesgo la coalición con los partidos Liberal y Conservador que ya es suficientemente frágil”, considera el docente universitario.
Efectivamente, después del episodio de la posesión el presidente de la Cámara dijo en plenaria que el discurso de Macías “no es la posición de este presidente de la Cámara de Representantes y mucho menos de la gran mayoría de los congresistas”, y de paso anunció que le propondrá al liberalismo declararse en independencia respecto al Gobierno nacional.
En el mismo sentido se pronunció el senador de la U, José David Name, quien aseguró en su momento a este medio que “hay unas nuevas voces en el Partido de la U que llaman a la independencia. El viernes tuvimos una buena reunión con el presidente Duque, pero la opinión de muchos parlamentarios ha cambiado después del discurso de Macías”.
NO HAY DIVISIÓN. La senadora María del Rosario Guerra, en diálogo con EL HERALDO, advirtió que el discurso del presidente Iván Duque está “totalmente alineado” con lo que ha sido la propuesta del Centro Democrático.
La congresista asegura que no existe ninguna diferencia entre su partido y el presidente Duque, al responder por las diferencias entre los discursos y planteamientos del mandatario y de la colectividad.
“Lo que hizo el presidente del Congreso Ernesto Macías fue presentarle al presidente Duque una situación difícil que está recibiendo y que le toca como gran reto superar para que en 4 años este país cambie algunas de esas situaciones y mejore en otras y definitivamente esta patria avance”, puntualizó Guerra.
A su modo de ver lo que hay es un partido unido en torno al presidente de la República y alrededor del compromiso de “cumplir lo que durante la campaña propusimos”.
GOBIERNO PARA TODOS. Por el lado del Gobierno reiteran que no existe ninguna división con el Centro Democrático y advierten que el discurso del mandatario marca la pauta de lo que será una administración que “va a ejercer políticas públicas sin espejo retrovisor”.
El alto consejero político presidencial, Jaime Amín Hernández, indicó que el presidente tiene “la mejor relación” con cada uno de los miembros del partido que avaló su candidatura, y que no hay sectores de un lado o de otro, pues espera poder sacar adelante sus iniciativas con el apoyo del Centro Democrático y de todos los sectores políticos que estén dispuestos a construir una mejor nación, “sin ningún tipo de compromiso ni por encima ni por debajo de la mesa”.
ESTRATEGIA. Otros sectores políticos del país por el contrario ven en los desencuentros del presidente y su partido una estrategia. “¿Qué daño le hizo a Duque el discurso de Macías? Ninguno, por el contrario lo embelleció. Es más, fue tan astuto lo que hicieron, que en las redes gente de la izquierda, que no voto por Duque, empezó a duquificarse”, analizó el senador del Polo Democrático, Jorge Robledo.
Advirtió que “está clarísimo, aunque puede que al final no lo logre, que Duque está dedicado a resucitar el Frente Nacional”, refiriéndose a que Santistas y Uribistas siempre han estado de acuerdo.
Teniendo en cuenta la coalición que necesitó Duque y el CD para llegar al poder, el congresista del Polo advierte de la dificultad de “subir mucha gente a la cama, eso se vuelve muy difícil y no hay cama pa' tanta gente. Sin embargo, en política cuando usted tiene un acuerdo sobre lo principal, lo burocrático se termina dando y ellos tienen un acuerdo sobre lo principal, el único desacuerdo que tenían era el proceso de paz y ese tema ya desapareció del debate”, expresó Robledo.
CONSULTA ANTICORRUPCIÓN. El paquete legislativo presentado el miércoles de esta semana por el ejecutivo y el anuncio del expresidente Uribe de retirar su apoyo a la Consulta Anticorrupción volvió a generar reacciones y dudas sobre qué camino llevará Iván Duque y si gobernará apartado de las posiciones de su partido.
Al respecto la senadora María del Rosario Guerraaclaró que “el presidente va a votar la consulta, yo votaré la consulta, pero hay que tener claro que va en mucho a repetir lo que ya está en la ley y en otro no tiene nada que ver con la lucha contra la corrupción, pero honrando la palabra votaremos la consulta”.
Por su parte Jaime Amín enfatizó en que al margen de apoyar la iniciativa, “la administración Duque tiene su propia agenda de lucha contra la corrupción y va a predicar con el ejemplo, siendo un gobierno transparente y abierto al escrutinio de los colombianos”.
¿Desacuerdo o estrategia? Aún es muy pronto para descifrar lo que pasa realmente al interior del Centro Democrático, pero por lo pronto los discursos heterógeneos, los cruces de mensajes y críticas en Twitter y los acuerdos políticos que no terminan de cuajar en los partidos, han marcado el inicio de la era Duque.