La era de la fama
Entramos en una nueva era donde el éxito profesional está atado a la fama y la notoriedad. Hoy en día, pareciera que la vida solo existe si se cuelga en las redes sociales, y tristemente estas son la vida para muchos. Pareciera también que los temas de actualidad son solo los que circulan en aquellas. Si algo en Internet se vuelve viral, ya es noticia, y esa “viralidad” es la que condiciona su importancia.
Guy Debord, el autor francés que desarrolló la teoría de la “sociedad del espectáculo” en los años 60, dijo en su momento que “el espectáculo no es una colección de imágenes, pero es, en cambio, una relación social entre la gente que es mediada por imágenes”. Lo que llama la atención es que las redes sociales hoy ya no son solo utilizadas para impulsarse socialmente, sino que han venido convirtiéndose en plataformas que catapultan y estimulan el emprendimiento económico, creando un nuevo sector comercial. Es tal la importancia financiera de las redes sociales que actualmente los mismos futbolistas se valorizan no solo por su rendimiento deportivo, sino también por el número de seguidores que tienen en aquellas.
Hace pocos días, la revista Forbes nos hizo caer en cuenta de que unas de las mujeres más ricas del mundo es Kylie Jenner (una de las tantas Kardashians). La revista estimó que posee una riqueza de 900 millones de dólares, siendo la persona más joven del mundo (tiene 21 años) que haya alcanzado el estatus de multimillonaria (“billionaire”) por sus propios medios. Jenner es la personificación misma del nuevo fenómeno empresarial de la “extrema fama de apalancamiento”, es decir, la fama como medio para alcanzar la riqueza. Del total de usuarios que tiene Instagram (aproximadamente mil millones), 10% siguen a algunas de las Kardashians. Es decir, hay como mínimo 100 millones de usuarios que siguen a diario cada paso que toman. Esto demuestra el inmenso poder comercial que tienen, a través de sus redes, para vender exitosamente sus productos. Es tal la influencia que tienen que cuando Jenner lanzó su línea cosmética, esta se tornó en pocos meses en ser un negocio de millones de dólares. Similarmente, cómo no olvidar el día que Snapchat perdió mil millones de dólares en valoración bursátil cuando la misma Jenner expresó que dejaba de utilizar la aplicación.
Este nuevo fenómeno de los famosos en las redes rompe con los clásicos esquemas económicos. Antes, en general, el mismo mercado se encargaba de filtrar los productos según su precio, calidad y posicionamiento. Sin embargo, hoy un producto puede no necesitar previo y trabajado mercadeo para ser comercialmente exitoso. No es lo que se vende, sino quien lo vende. Así como le sucede a las noticias, hoy un producto o una marca puede convertirse de la noche a la mañana en un negocio multimillonario si logra ser viral en Internet o, lo que es lo mismo, si algún “influenciador” lo multiplica.