Lenguaje de señas
Gracias a las respuestas de algunos de los lectores de EL HERALDO a una carta titulada: ‘Lenguaje de manos’, bondadosamente publicada, por dicho diario, en esta misma sección, puedo ahora escribir lo que sobre el mismo tema me siguió atormentando, pero ahora con más propiedad; la que manifiesto hasta por el mismo nuevo título: ‘Lenguaje de señas’.
Pero considero que para este lenguaje, definitivamente son necesarias las manos; instrumento con que dotó Dios al hombre, como complemento a la inteligencia que le dio. Pensemos en lo inútil que sería el don de la inteligencia, sin este otro regalo de las manos.
Admirable y muy útil me parece este invento de el lenguaje de señas. Personalmente y a causa de la deficiencia auditiva que me acompaña, en este momento de mi edad avanzada, me permito poner a consideración del ministerio de Educación y de las entidades que, como Insor, se ocupan de los problemas auditivos, una sugerencia que creo pueda resultar útil, si es acogida: El lenguaje de señas está llamado a convertirse en un lenguaje universal, independiente de la lengua que se hable. En indeterminado momento cualquier persona puede perder su capacidad auditiva y necesitar del mismo. Por esto es bueno que todos tengamos oportunidad de conocer sus rudimentos. Mi sugerencia entonces es: Que dentro del pensum escolar se introduzca una asignatura obligatoria, llamada Introducción al lenguaje de señas. Útil o no, como lo puede ser, para muchos, cualquier otra asignatura obligatoria a nivel escolar. Carlos A . Hernández García carlos_alberti@hotmail.com