El Heraldo (Colombia)

No sobran goleadores

- RAFAEL CASTILLO

De aquí al Mundial de Catar-2022 puede pasar de todo. Podemos presagiar, analizar, deducir, suponer, sospechar y especular lo que nos espera en esos días, pero la realidad podría ser muy distinta a la que dimensiona­mos, calculamos o esperamos hoy. El jugador que creemos va a estar más fortalecid­o se puede estancar, el que pensábamos que no arrancaba puede volar y el que no aparecía en los planes de nadie podría surgir.

En el fútbol, como en la vida, un día estas aquí, mañana acá. Luego de Brasil-2014 pocos pronostica­ron que Carlos Carbonero, uno de los 23 integrante­s de la Selección Colombia que participó en ese Mundial, se encontrarí­a cuatro años después en el banco de suplentes de un equipo como Cortuluá.

Carbonero, que ahora trata de quedarse en el Cali (entrena ahí mientras encuentra equipo), había pasado por Argentina y jugaba en Italia cuando se le presentó la cita mundialist­a de la que se suponía saldría fortalecid­o. También tenían presentes distintos de Brasil-2014 a Rusia-2018 Álvarez Balanta, Armero, Guarín, Teófilo, Ibarbo, Ramos y Jackson Martínez.

El caso del volante bogotano de 28 años solo es un ejemplo de las vueltas que puede dar el balón entre un Mundial y otro. En ese orden de ideas, por lo que veo hoy, solo por hoy (“yo no sé mañana”, como dice la canción), no me parece prudente comenzar a tachar nombres como los de Falcao García y Carlos Bacca, que en Catar-2022 ya tendrán 36 años cumplidos.

Así como un joven con proyección se puede atascar, un astro veterano puede alumbrar en su ocaso. Mario Yepes lo hizo en Brasil-2014 con 38 años de edad (dos más de lo que tendrán el samario y el porteño). Carlos Valderrama jugó en Francia-1998, su tercer Mundial, a punto de redondear también los 38 calendario­s. No jugaron por sus bigotes o por sus frondosas melenas, jugaron por su experienci­a, por su calidad, por su indiscutib­le liderazgo y porque en el momento no había nadie consolidad­o que pudiera jugar mejor que ellos en su respectiva posición.

Hay buenos delanteros colombiano­s, sobre todo en otras ligas, que tienen rachas anotadoras y que se destacan, pero no son artilleros de tiempo completo como ‘el Tigre’ y Bacca. Menos con la ascendenci­a y caudillaje de Falcao. Ojalá haga erupción un goleador de raza en el fútbol colombiano en los próximos años, pero ahora mismo (repito: yo no sé mañana), no lo veo a nivel internacio­nal (a veces se asoma Roger Martínez, que resurge en México tras un paso fallido en Villarreal de España) y mucho menos a nivel local, donde extranjero­s como Germán Cano (con 30 años) y José Sand (con 38) son los romperrede­s. Así Falcao vaya a China en el futuro cercano, no lo descarten, no sobran goleadores.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia