La calle del Sabor
Ya la gente de Sabor Barranquilla no sabe qué hacer y dónde poner los eventos alternos a la cita gastronómica más importante de la Costa Norte.
La versión de ‘La calle del Sabor 2018’, celebrada el pasado domingo y que debió llamarse ‘Macondo by the River’, fue más un encuentro paisa/italiano que costeño, ya que predominaron las pastas, las arepas y los risottos. Teniendo en cuenta que el motivo de este año era el Magdalena, aun así en la muestras de los chefs no apareció ni un cayeye ni un pescado.
La apuesta a retomar el Río es necesaria y es de gran valor que se estén generando espacios de encuentro para unir la comunidad. Sin embargo, deben aprender que para invitar a la ciudad a que salga un domingo justo a mediodía la propuesta debe ser atractiva, cómoda y más que todo, bien organizada.
Empecemos con la entrada al parqueadero, una sola puerta de entrada y más de 30 minutos en fila para poder entrar; eran las 11:30 a.m. y me preguntaba: ¿por qué la gente se iba sin haber comido? Una vez dentro del lugar te encuentras con el pasillo de las comidas que parecía un articulado de Transmetro en su hora pico: demasiado estrecho, no se podían apreciar las muestras, no se pudo comprar con tranquilidad, debido a que los restaurantes no eran restaurantes sino zonas de tránsito de personas que iban y venían, todos empujándose con comida en mano regándose la comida y los jugos encima.
Sobre el comedor: muy lejos de los puestos de comida que no tenían suficiente sillas con mesas para la cantidad de personas que esperaban, una carpa bajo un sol inclemente a más de 36 grados y ni un abanico. Como siempre en eventos masivos el monopolio de las bebidas, no solo era comprarla comida en tremendo enredo, sino después ir a otro puesto fuera del pasillo para comprar las bebidas, porque los puestos de comida algunos tenían solo agua de panela y jugo de corozo.
El evento quedó muy por debajo de los estándares gastronómicos, las BPM, los precios y lo más importante las propuestas, no representaron la comida caribe.
Alfonso Andrade
Chef Ejecutivo y Pit Master