Moreno salvó la noche
Junior, con una nómina alterna, no pudo pasar del 1-0 ante un Quindío incómodo y marrullero.
Sólo alcanzó para un gol. Sin el brillo, ritmo, talento individual, solvencia y contundencia que suele brindar el equipo principal, pero con el mismo orden y deseos, Junior, con una nómina alterna, derrotó 1-0 al Deportes Quindío, anoche en el estadio Romelio Martínez, en partido de ida de los octavos de final de la Copa Águila.
Daniel Moreno, el habilidoso atacante de 23 años de edad que viene del Barranquilla FC, anotó el único gol del juego a los 19 minutos, luego de recibir un pase al vacío de Luis Carlos Ruiz, superar en velocidad a su marcador y definir de manera certera ante el achique del portero Pablo Betancur.
Los Tiburones lograron su quinta victoria consecutiva y sacaron su arco en cero por sexta ocasión en línea, pero su fútbol no fluyó como en los recientes cotejos de Liga en el Romelio.
Sin las tribunas del estadio de la calle 72 llenas como se han visto en la com- petencia liguera y sin su onceno estelar en la cancha, el panorama fue gris. A Junior le faltó la precisión en los pases, claridad en la creación, juego asociativo, acompañamiento y salida de los laterales para darle color a un juego que se tornó rocoso, brusco, rústico, lleno de faltas, especialmente de parte del visitante.
Quindío se dedicó a torpedear las intenciones de Junior con faltas constantes y quemando tiempo a través de simulación de faltas y otras marrullerías que el árbitro Néver Manjarrés permitió, especialmente en el segundo tiempo.
El duelo resultó más enredado y complicado de lo esperado ante un rival que venía de sufrir una goleada 5-0 ante el Unión Magdalena, el domingo anterior en Santa Marta, en la Primera B.
Los rojiblancos siempre tuvieron la iniciativa y la intención de buscar el área rival, pero no eran suficientes los chispazos colectivos para alumbrar el camino.
En medio de ese corto circuito y la oscuridad, apareció el destello de Daniel Moreno. Su movilidad y salida por derecha siempre generó buenas opciones para Junior que no fueron concretadas por Luis Carlos Ruiz, que no se vio enchufado, y Fabián Sambueza, que estuvo activo y pidiendo el balón, pero aún si la exactitud y ritmo que exige su posición.
La velocidad, habilidad y atrevimiento de Moreno se convirtió en el faro para darle luz a la noche.