Otra vez el canal de acceso
Los dirigentes políticos y empresariales barranquilleros deberían ser mucho más activos en la búsqueda de una solución definitiva al problema. ¿Dónde está la draga permanente que han reclamado una y otra vez?
Los sobresaltos en torno al canal de acceso del puerto de Barranquilla parecen un cuento de nunca acabar. Una y otra vez nos desayunamos con la noticia de que la profundidad del brazo fluvial se ha recortado a causa de la sedimentación y de que, como consecuencia de ello, se han debido desviar barcos a puertos vecinos para que aliviasen su carga.
Es lo que está ocurriendo en este momento. En los últimos días, el canal navegable ha perdido 1,4 metros de profundidad, y los expertos temen que, si no se da una solución inmediata al problema, habrá que imponer severas restricciones al tamaño del calado de las embarcaciones comerciales que pretendan recalar en nuestros puertos. Se anuncia para mañana miércoles la llegada de una draga para desarrollar trabajos de limpieza que permitan solucionar el problema. La historia de siempre: cuando la situación llega a su límite, cuando ya parte del daño está hecho, llega la draga y pone el paño de agua tibia hasta la próxima crisis.
Y el problema de fondo sigue sin solucionarse, con las consecuencias negativas que tiene para la economía barranquillera. Y ese problema es que, mientras la navegabilidad por el canal de acceso no se garantice de manera permanente y fiable, muchas empresas navieras seguirán con prevenciones a la hora de enviar su mercancía a los puertos de nuestra ciudad. Pero a nadie pareciera importarle el destino de nuestra actividad portuaria. En teoría, la APP del Río va a resolver definitivamente el problema al incluir en las obligaciones del concesionario la limpieza del canal de acceso. Pero la dichosa APP sigue en al aire, y nos tememos que pasará mucho tiempo hasta que el proyecto se desarrolle, si es que ello sucede alguna vez. Entretanto –y de ello nos enteramos ahora– no existe un plan financiero para garantizar un dragado estable del canal. Cormagdalena se ha encargado de hacer esas tareas de limpieza, pero de manera puntual, cuando ya la emergencia se ha presentado. El Ministerio de Transporte prometió ayer que buscará una adición presupuestal para ese objetivo; esperemos que cumpla su palabra. Es lo menos que cabe esperar ante un escenario tan preocupante.
Y los dirigentes políticos y empresariales barranquilleros –en particular los portuarios– deben ser mucho más activos en la búsqueda de una fórmula que permita superar el problema para siempre. En más de una ocasión han proclamado que la solución pasa por tener una draga permanente. ¿Dónde está? ¿Por qué no ha sido posible algo que parece tan sencillo? Algo habrá que hacer, y pronto.
Mintransporte prometió ayer que buscará una partida presupuestaria adicional para dragar el canal; esperemos que cumpla su palabra. Es lo menos que cabe esperar ante un escenario tan preocupante.