El ‘Tiburón’ da el primer golpe
En una acción tras un tiro de esquina, Junior pudo tumbar el muro defensivo de Colón y vencerlo anoche 1-0 en el estadio Metropolitano.
Junior dio el primer golpe en la serie ante Colón. El equipo rojiblanco se impuso anoche 1-0 ante el cuadro sabalero, en el estadio Metropolitano, en el juego de ida de los octavos de final de la Copa Sudamericana. El tanto del triunfo fue obra de Jarlan Barrera luego de aprovechar un borbollón dentro del área. La serie queda abierta, pero la última palabra se dirá en Argentina.
Cuando la impotencia amenazaba a la lucha, cuando el pesimismo competía con la esperanza, cuando el desespero superaba la calma, llegó el grito alentador, el júbilo salvador. Jarlan Barrera acabó la angustia y anotó el gol que le dio la victoria a Junior ante Colón, anoche en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez, en el partido de ida de la serie de octavos de final de la Copa Sudamericana.
Corría el minuto 71 cuando Rafael Pérez cabeceó un córner, Willer Ditta peleó el rebote y Jarlan desvió la bola y anotó. No fue el gol más antológico, no será el más vistoso, pero permite pegar primero y tener la ventaja en la pelea por avanzar a los cuartos de final del torneo continental.
El comienzo de Junior fue alegre. Como casi siempre, se apoderó del balón y lo movió de un lado a otro tratando de fabricar los espacios para penetrar la difícil resistencia argentina. En los primeros minutos hubo toque y asomos en la terraza de Leonardo Burián, pero nada más. Un intento de chilena de Luis Díaz y remate de Sebastián Hernández que pegó en el palo fue lo máximo que pudo conseguir el cuadro en el primer tiempo.
Colón, sin sonrojos de ninguna clase, se atrincheró atrás con once centinelas. Todo se dedicaron a custodiar el pórtico visitante sin bajar la guardia ni un solo instante. El 90% de la etapa inicial se jugó de la mitad de la cancha hacia la cabaña sabalera. Siempre con la misma tónica: Junior chocando como mosca en ventana contra el muro rojinegro.
El anfitrión se fue agotando poco a poco. El ímpetu del génesis del compromiso escampó y Colón se sintió mucho más cómodo en su misión destructiva.
La posesión del balón de los ‘Tiburones’ resultó totalmente estéril. Insistió demasiado en llegar tocando y Jarlan Barrera no estaba fino para ese pase que marcara diferencia al borde del área. El samario y sus compañeros tampoco probaron con remates de media distancia y no se contó con éxito en las pelotas quietas. Con una sensación de impotencia de los locales, los equipos se fueron al vestidor.
Al regresar, la situación se complicó más. A Junior se le hacía imposible profundizar. Colón mantenía su montonera en el fondo, su intensidad, su lucha, su garra, no daba el brazo a torcer.
Los rojiblancos no encontraban variantes en la cancha ni en el banco para cambiar la historia. Julio Comesaña pensó bastante el ingreso de Teófilo Gutiérrez, que se encontraba en el banco, y era la solución que venía suponiendo una buena parte de los aficionados presentes en el estadio.
Cuando el DT por fin se animó a realizar la sustitución, algunos reaccionaron en la tribuna porque consideraban que el hombre a salir era Sánchez y no Luis Díaz. Ambos jugaban discretamente, pero el DT optó por Díaz. ‘Teo’ comenzó a pedir el balón y a juntarse. Hubo una leve reacción, pero no la suficiente para derrumbar la muralla.
El gol sorpresivo de Jarlan, que premió la insistencia de Junior, renovó los ánimos Tiburones y por poco se consigue el segundo, que hubiera sido muchísimo mejor para encarar el partido de vuelta la próxima semana. Allá Colón tendrá que salir de su trinchera, arriesgar más e intentar poner a trabajar a Viera, que hoy fue un espectador más. La serie está abierta, pero el conjunto barranquillero pegó primero y no recibió goles en su casa. Fue un triunfo sufrido, pero valioso.