¿Cómo va el PES?
El sábado pasado fui invitada por la Universidad del Norte a dictar la clase de Plan Especial de Salvaguardia (PES) en el Diplomado del Carnaval. Recordé el 21 de julio de 2015, cuando con bombos y platillos se celebró su oficialización por parte del Ministerio de Cultura. El PES es un documento que, construido de la mano de los actores del Carnaval, identificó las principales situaciones que ponen en riesgo las manifestaciones tradicionales de la fiesta y planteó un plan de acción para solucionarlas que debe ser ejecutado a 10 años. Más importante que haber escrito el plan es llevarlo a la realidad, materializando sus acuerdos con el propósito de que las danzas del Congo, de los Coyongos, del Golero y demás no sean historia en el Carnaval de Barranquilla.
Entre las situaciones que, según el PES, ponen en riesgo dichas manifestaciones, encontramos la precaria condición socioeconómica de muchos artistas, sumado a que incurren en costos que sobrepasan los recursos que reciben para el Carnaval. El poco sentido de pertenencia por parte de las nuevas generaciones es otro de los factores identificados, así como el escaso compromiso de la empresa privada con la salvaguardia de la fiesta. En cumplimiento del PES, actores públicos y privados han desarrollado importantes acciones. Por ejemplo, la Alcaldía ha fortalecido las casas de cultura en los barrios y Fundación Carnaval de Barranquilla le enseña a los niños en los colegios la historia de esta fiesta por medio de actividades lúdicas y de la cartilla El Viaje del Carnaval.
Sin embargo, hay acuerdos del plan que aún no se han comenzado a implementar y no existe una hoja de ruta clara que plantee los pasos a seguir. No ejecutarlo a cabalidad significaría poner en riesgo la esencia del Carnaval de Barranquilla, aquello que lo hace único en el mundo. El PES plantea una herramienta para garantizar en una mayor medida su ejecución y eficacia: un comité conformado por representantes de los actores de la fiesta, el cual debe hacer la evaluación, control y seguimiento de los proyectos. Dicho comité debe crearse con premura porque es el vehículo que puede facilitar y organizar la ejecución del plan.
Entre otros acuerdos que están por implementarse, está la puesta en marcha de una plataforma en donde cualquier persona pueda consignar y consultar proyectos relacionados con la salvaguardia del Carnaval. Esto con el propósito de que la empresa privada pueda elegir y apoyar iniciativas. Incluir la enseñanza del Carnaval en el plan de estudio de los colegios es un compromiso también pendiente y fundamental para la transferencia a las nuevas generaciones de los valores e historia del mismo, y para desarrollar en ellos sentido de pertenencia hacia las manifestaciones tradicionales de la fiesta. Finalmente, el apoyo al emprendimiento cultural debe ser fortalecido.
Tres años después de la aprobación del PES es imperativo realizar un balance de las acciones que se han implementado, evaluar su impacto y proyectar aquellas que hacen falta por desarrollar. El primer paso, sugiero, es constituir el comité de evaluación, control y seguimiento, ya que la materialización del PES solo será posible si los actores trabajan articuladamente.