Moneda argentina se depreció 2,74% tras nuevo acuerdo con el FMI
Con la ampliación del crédito del FMI a 57.100 millones de dólares, Argentina recibió un poco de oxígeno, pero enfrenta aún numerosos desafíos: estabilizar el peso, domar la inflación, relanzar la economía, cumplir con sus compromisos y aprobar el presupuesto 2019.
El gobierno del presidente Mauricio Macri no la tiene fácil. Para desbloquear los fondos del FMI, Argentina se comprometió a alcanzar en 2019 el equilibrio fiscal primario (antes del pago de los intereses de la deuda) cuando para este año se proyecta un déficit de 2,7%. Sin mayoría en el Congreso, la coalición de centro derecha del presidente Macri va a tener que convencer a una oposición peronista hostil para aprobar un presupuesto de austeridad para 2019, un año electoral, con recortes en todos los sectores.
“Este presupuesto es una vergüenza. No pueden obligar a los gobernadores (de las provincias) y a los legisladores a votarla”, declaró el diputado Axel Kicillof, el último ministro de Economía de la expresidenta Cristina Kirchner (20072015). Daniel Artana, economista jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas de América Latina (FIEL), estima en cambio que “Argentina se compromete a hacer cosas que había que hacer. Es una baja violenta del déficit fiscal”.
“El gobierno cometió errores pero la herencia (económica del gobierno de los Kirchner) era una bomba de tiempo”, agregó.