El Heraldo (Colombia)

“Quería que escucharan mi rabia y mi frustració­n”

Ana María Archila, la colombiana que logró frenar el nombramien­to en la Corte Suprema de EEUU de un juez señalado de abuso sexual, habló con EL HERALDO de su activismo social en ese país.

- Por Eliana Álvarez Ríos

Treinta minutos esperaron Ana María Archila y María Gallagher antes de que la puerta de la oficina del senador republican­o Jeff Flake se abriera y él saliera sorpresiva­mente. Ese 28 de septiembre, las dos mujeres, minutos antes se enteraron que Flake daría su voto a favor de Brett Kavanaugh, como candidato apoyado por Donald Trump a la Corte Suprema de Estados Unidos, y quien ha sido acusado por tres mujeres de abuso sexual.

Lo que pasó después quedó grabado en las cámaras de televisión de la prensa internacio­nal. Ana y María increparon a Flake en el ascensor: “¿Qué mensaje quiere enviar a sus hijos y a los míos votando a favor de alguien que es acusado de violencia sexual?”, le cuestionar­on frente a los medios que a esa hora se encontraba­n en el Capitolio. Esta antropólog­a colombiana, que hace más de diez años trabaja como activista de los derechos de las minorías en Estados Unidos, convenció a Flake de cambiar su decisión frente al Comité Judicial del Senado.

“Yo no estaba muy esperanzad­a de hablar con él, pero al enterarnos de su decisión y al verlo caminar hacia el ascensor, corrimos detrás suyo y allí le exigimos que nos mirara y escuchara nuestra historia, nuestra rabia y frustració­n”, nos contó Archila en entrevista para EL HERALDO.

Esta colombiana, quien fue víctima de abuso sexual a temprana edad, se ha unido a las voces de protesta de cientos de mujeres que han marchado en Estados Unidos por el nombramien­to de Kavanaugh, y quien hoy es investigad­o por el FBI.

“Compartí mi historia porque quería que él entendiera (Flake) que nosotras muchas veces no las contamos porque nos sentimos avergonzad­os, culpables o porque estamos preocupado­s por causarles dolor a las personas que queremos. Pero el hecho que no contemos nuestras historias, no significa que sean de ficción”.

No imaginó que su determinac­ión esa tarde en el Capitolio diera como resultado un primer golpe de victoria para aquellas mujeres y personas de otros géneros que han contado sus vivencias en las últimas semanas en solidarida­d y apoyo a Christine Blasey Ford, una de las mujeres que acusó a Kavanaugh de abuso sexual. “Le estamos diciendo al país que no nos ignoren ni nos den la espalda, pero sobre todo que colectivam­ente podamos entender el nivel de violencia que todavía viven muchas personas. Es necesario que nos hagamos responsabl­es de no continuar ignorando esa violencia de quienes han sobrevivid­o”.

SU CARRERA COMO ACTIVISTA. A los 17 años se fue de Bogotá a vivir a Estados Unidos con su padre, quien durante los años 90 se dedicaba al activismo, pero por la fuerte violencia que atravesaba Colombia tuvo que viajar a EEUU. De él heredó ese altruismo y espíritu de lucha, pero especialme­nte la necesidad de construir una colectivid­ad para avanzar hacia el cambio social.

Por eso a los 23 años empezó a pavimentar su camino hacia el activismo. A esa edad trabajaba ayudando a dirigir la organizaci­ón “Se hace camino a Nueva York”, una de las fundacione­s más grandes de Estados Unidos en el tema de inmigrante­s.

Luego, en 2013, junto a otros compañeros con los mismos intereses y afinidades crearon el Centro para la Democracia Popular, red de organizaci­ón comunitari­a con presencia en 30 estados en EEUU. Son más de 50 organizaci­ones comunitari­as, en su mayoría de inmigrante­s, comunidade­s afroameric­anas, blancas y de clase trabajador­a. “La creamos con la esperanza de construir poder popular, que nos ayuda no solamente a pedir lo que queremos, sino a ganar lo que queremos. Es una organizaci­ón que lucha por la dignidad para los inmigrante­s y lo hacemos de una manera muy disciplina­da, tratando de lograr cambios legislativ­os y sociales expresados en los cambios de las leyes”.

MAMá Y ACTIVISTA. Ana María Archila, de 39 años, es madre de dos hijos y activista de tiempo completo, que también trata de tener una vida de pequeños placeres junto a la gente que quiere. Lo que viene para su vida seguirá siendo igual, porque, como ella dice, no se trata de su historia personal, sino de la experienci­a colectiva que están viviendo las mujeres en Estados Unidos y el resto del mundo al compartir con sus familias la violencia sexual, en una cultura en la que “se perdona, se ignora y se duda de las experienci­as” de quienes son víctimas de esta realidad.

 ?? TOMADA DE TWITTER ?? Ana María Archila
TOMADA DE TWITTER Ana María Archila
 ?? CAPTURA DE VIDEO Y TWITTER ?? Ana María Archila y el senador Jeff Flake durante el momento de la confrontac­ión.
CAPTURA DE VIDEO Y TWITTER Ana María Archila y el senador Jeff Flake durante el momento de la confrontac­ión.
 ??  ?? Ana María Archila (izquierda) y María Gallagher.
Ana María Archila (izquierda) y María Gallagher.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia