“Solo sabe que ahorcó a una niña”: abogado del confeso asesino
Fundación clama justicia por el asesinato de una niña de 9 años que fue ahorcada e incinerada.
Dolor, rabia e indignación son sentimientos que hoy mueven a los habitantes de Fundación, en el centro del Magdalena, tras el crimen de una niña de 9 años a manos de un hombre que, luego de llevársela para su casa, la ahorcó y acto seguido la quemó en una fogata que preparó con leña, en el patio. El horrendo crimen, ocurrido el viernes por la tarde, trajo a la memoria de los habitantes de esta localidad recuerdos del fatídico 18 de mayo del 2014 cuando un bus ardió en lla- mas causándole la muerte por calcinación a 33 niños.
Sin embargo, el reciente suceso es considerado el más cruel y aberrante acaecido en el pueblo, por la forma cómo fue ejecutado: con sangre fría y sevicia.
La víctima, Génesis Rúa Vizcaíno, fue abordada por su verdugo, Adolfo García Arrieta, de 55 años, cuando se dirigía a pie de su casa, en el barrio San José, a la de su tía, la profesora Rosmery Rúa, a escasamente a dos cuadras y media, en el barrio Porvenir.
La pequeña había salido a las 2:00 p.m. con el objetivo de cumplir con tareas de refuerzo, pues precisamente Rosmery es la dueña del colegio ‘Jesús de Nazareth’, en donde cursaba el tercer grado de primaria.
La niña no habría sospechado de las intenciones macabras de ‘El Negro’ –como apodan al victimario – quizás porque lo conocía o al menos lo distinguía.
Fue a las 4:10 p.m. cuando el crimen quedó al descubierto. Fueron los vecinos del homicida quienes se percataron, luego que, llevados por la preocupación que les generaba la columna de humo que salía del patio, se asomaran y observaran un cuerpo humano entre las llamas. Hay quienes aseguran que también fueron movidos hasta el sitio, por un intenso olor a carne quemada.
“No cabe razón alguna para quitarle la vida a una personita inocente e indefensa”, dijo Óscar Pedraza, un comunicador social de la comarca y uno de los primeros en acudir al lugar escenario del dantesco episodio.
UN ARETE. Cuando los vecinos se dan cuenta de que hay un cuerpo en la hoguera, dan aviso a la Policía que de inmediato acude al llamado. La casa es inspeccionada y encuentran en su interior a su dueño, Adolfo García Arrieta, a quien se llevan detenido. En ese momento aún se desconoce de quien es el cuerpo humano calcinado. Solo aparecen indicios hasta cuando los familiares de Génesis llegan a la vivienda, pues desde hacía 2 horas buscaban a la pequeña.
Permitiéndoseles el ingreso al sitio donde fue encontrado el cadáver, presumieron que se trataba de la pequeña, ya que en el suelo estaba uno de sus aretes y en el platón de un motocarro había un vómito con residuos de lentejas, justamente lo que ella había consumido en el almuerzo. Esta descripción supone que fue sobre el motocarro en donde fue ahorcada.
Los vecinos dijeron no haber sentido gritos, “ya que ‘el Negro’ tenía el equipo de sonido con volumen alto”.
Cuando la comunidad se entera que el cuerpo calcinado es supuestamente el de la niña, ingresaron a la casa y la saquearon; los muebles y pertenencias particulares fueron quemadas en la calle. Igual suerte corrió un camión turbo, al parecer de su propiedad.
Adolfo García Arrieta ya estaba a buen recaudo de la Policía, por eso se salvó de haber sido linchado.
SOLO SE ACUERDA QUE LA AHORCÓ. César Cadena Tejeda, abogado de Adolfo García Arrieta, manifestó que su defendido confesó haber ahorcado a la menor, pues “de eso es lo que se acuerda”.
Manifestó que le narró que estaba durmiendo y escuchó la bulla de unos pelaos jugando en la calle. “Dijo que se levantó con rabia y que solo recuerda que estaba ahorcando a la niña”, comentó.
Agregó que “me manifestó que pensó que era un perro lo que había quemado”. “Él no sabe por qué lo hizo… solo sabe que ahorcó a una niña”, relató el defensor.
Dijo que la Fiscalía debe descartar la agresión sexual, pues no lo hizo, sin embargo, afirmó que “es imposible la inocencia”. “Algo entró en él”, enfatizó.