TAMBIéN SE DA EN HOMBRES
Expertos indican que el falso embarazo, también llamado utópico, fantasma o imaginario, puede llegar a presentarse en hombres (de manera psicológica, porque no tiene una demostración física) y consiste en hacer creer y parecer que está en estado de gestación. La causa principal de este suceso parte del deseo incontrolable de tener un hijo. Sin embargo, hay otros factores como la necesidad de fortalecer aún más los nexos conyugales o sentirse joven y productiva, además del temor a quedarse sin la protección de la pareja.
Estos embarazos se producen en ocasiones por situaciones psicológicas y biológicas que pueden conducir a este trastorno, tales como la infertilidad, la esterilidad, problemas de gestación e incluso la depresión. para solucionar conflictos. La pareja puede conversar la situación y evaluar las posibilidades de buscar bebés, ya sea por adopción, alquiler de vientre etc., pero se toma una medida no funcional que cae en la mentira”, dice Jiménez.
La doctora expone que el caso no da señales de que la mujer pueda padecer un trastorno de personalidad.
LA SOCIEDAD DE LO FINGIDO. Raimundo Caviedes, sociólogo e investigador de la Universidad Simón Bolívar, manifiesta que este caso no deja de sorprender a la opinión pública, en una sociedad donde “la mayoría de las situaciones se finge”.
“Está muy sobre el tapete la frase de que es mejor parecer que ser, esto para evitar señalamientos y juicios. A la gente hoy día le queda fácil fingir, sin pensar en las consecuencias, y se basan más en el que dirán”, argumenta el sociólogo.
Por otra par- te, Caviedes asocia este tipo de casos a la condición de ser caribe, dentro de una cultura colectiva donde “se actúa primero y después se piensa”.
“Los costeños son poco fatalistas y viven el momento, desprendiéndose un poco de las consecuencias de las acciones que puedan tener. Es posible que, debido al carácter del caribe, de tomar, casi siempre, las cosas serias con frescura, nazcan este tipo casos. No faltará la persona que en Carnavales haga un disfraz para burlarse de lo sucedido”, dice el sociólogo.
NO ES UN DELITO. Jorge Bolívar Berdugo, abogado, señala que, en Colombia, el caso protagonizado por Santiago Padilla “no está tipificado en el Código Penal, es decir no es delito”, y solo se considera conducta delictiva civil cuando genera un daño económico, siempre que se demuestre nexo de causalidad entre el embarazo fingido y un daño recibido por otra persona, el marido por ejemplo.
“Fingir un embarazo, si no se demuestra que se hizo para sacar dinero a otra persona u obligarlo a casarse, no es delito. Sin embargo, si el caso ha generado una “responsabilidad” podría señalarse como un daño “moral” que tendría consecuencias económicas para la causante, pero en esencia la conducta no está registrada en el código penal como delito. No obstante, por el delito de secuestro de bebés –otra de las modalidades usadas para fingir embarazos– corresponden penas hasta 30 años de prisión”, explicó el jurista de la Universidad Simón Bolívar.
Según el abogado, fingir embarazos puede tener varios orígenes. Uno de ellos puede ser por problemas económicos. Algunas mujeres fingen estar embarazadas y engañan a sus parejas buscando manutención del supuesto padre del inexistente niño.
“Para sostener la mentira, la mujer que finge estar embarazada llega al extremo de robarse o “comprar” un bebé para hacer más real y efectivo su deseo, y aquí se entra ya en el campo de lo penal, de lo criminal, porque esta conducta sí es un delito”, aseguró el abogado e investigador de la Unisimón, Jorge Bolívar Berdugo.
“A la gente hoy día le queda fácil fingir, sin pensar en las consecuencias y se basan más en el qué dirán”.