Polémica en Miss Universo
Las recientes declaraciones de la nueva Señorita Colombia sobre el hecho de compartir el concurso de Miss Universo con Ángela Ponce, la ‘miss’ española transexual, han reavivado el recurrente debate sobre los temas de género.
Las recientes declaraciones de la nueva Señorita Colombia, Valeria Morales, en las cuales expone su disconformidad con el hecho de compartir el concurso de Miss Universo con Ángela Ponce, la miss española que es transexual, han reavivado el viejo y recurrente debate sobre los temas de género y de inclusión.
El argumento de Valeria, que es compartido por amplios sectores de la sociedad, es que dicho certamen de belleza es un concurso que está hecho “para mujeres que nacieron mujeres”. Parte de un concepto cuanto menos discutible acerca de lo que significa el término. Para resumirlo, podemos recordar que la transexualidad se define como la convicción que una persona tiene de pertenecer al sexo opuesto al biológico. Un transexual no se identifica con su propio cuerpo y decide cambiar su identidad, mediante un proceso quirúrgico y un tratamiento hormonal, para vivir de acuerdo con las características del sexo del cual desea formar parte.
En ese sentido, gracias a los avances logrados en las jurisdicciones de muchos países, Ángela Ponce es, biológica, psicológica y legalmente, una mujer. Esa es la razón por la cual la organización de Miss Universo, con conocimiento de la situación, la admitió para que represente a su país, en las mismas condiciones y con las mismas garantías que las demás aspirantes a la corona.
Tras conocer las declaraciones de la soberana colombiana, la española manifestó que “es una mujer trans” y que tiene el derecho a estar en el concurso. Además, hizo un llamado al respeto, argumentando que las leyes de Miss Universo la admiten. Y señaló que “no es un hombre queriendo ser una mujer”, sino que es “una mujer con una característica diferente”. Son evidentes los cambios que hay en nuestro entorno, y lo ocurrido es una demostración de ello. El hecho de que el certamen de belleza más famoso del planeta le abra las puertas a una mujer transexual es una clara muestra de la rapidez con que se precipitan los acontecimientos.
Y si bien parte de la sociedad acepta estas transformaciones sociales, otra se muestra reacia. Miss Universo, con buen tino, le ha apostado a adaptarse a los nuevos tiempos, en la línea de la inclusión y la lucha contra la discriminación.
Y si bien parte de la sociedad acepta estas transformaciones sociales, otra se muestra reacia. Miss Universo, con buen tino, le ha apostado a adaptarse a los nuevos tiempos, en la línea de la inclusión y la lucha contra la discriminación.