Bolle, bronce olímpico
La bicicrosista del registro del Atlántico alcanzó la presea de bronce junto a su compañero Juan Ramírez en los Juegos de la Juventud, en Buenos Aires.
La bicicrosista del registro de Atlántico Gabriela Bolle se alzó con una medalla de bronce en la prueba mixta de BMX de los Juegos Olímpicos de la Juventud, que se disputan en Buenos Aires, Argentina. Bolle ganó la medalla haciendo pareja con Juan Camilo Ramírez.
Gabriela Bolle sigue brillando en el bicicrós. Obtuvo bronce en el Mundial de BMX en Azerbaiyán, oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe y ayer, en los Juegos Olímpicos de la Juventud, se quedó en el tercer lugar.
En Buenos Aires, la corredora del registro del Atlántico mostró grandes impresiones en la pista y dejó claro que su nivel está para competir de tú a tú con las del Viejo Continente. Por algo es la segunda en el ránking mundial junior con 565 puntos, por debajo de la suiza Zoe Claessens (635).
Bolle, junto con el corredor Juan Camilo Ramírez Valencia, le dieron al país un valioso tercer lugar. Los dos exponentes sumaron, luego de sus presentaciones, 105 puntos. El oro fue para Rusia con 160 unidades y Suiza se quedó con el segundo lugar gracias a un registro total de 120. “Buscábamos cerrar el año de la mejor manera, esta fue mi última carrera en este 2018. El siguiente comienza la clasificación a Tokio que va a ser durísima. Pero logros como esta medalla me dejan tranquila porque me dan a entender que a nivel mundial tenemos con qué estar en el top y eso motiva mucho”, destacó Bolle, quien cumplirá 18 años el próximo 14 de diciembre.
“La competencia siempre ha sido la misma y es bueno. Saber que estamos en el top nos motiva mucho para seguir adelante. Muchas gracias a las personas que nos están apoyando, concluyó la representante del ‘Team Barranquilla’ y de Indeportes, que el otro año correrá como ‘Élite’.
Juan Camilo, por su parte, se ubica en la tercera plaza a nivel mundial (junior) con 260 puntos. En la pista argentina rompió con los temores y avanzó hasta un podio luchado.
“Los nervios y la adrenalina son sensaciones que se van a percibir siempre y la clave está en saber manejarlos. Uno saca aprendizajes de cada carrera y la idea es apuntarle a los Olímpicos de Tokio. En la segunda curva tuve dificultades, pero gracias a Dios se pudo ganar con una buena estrategia. Aquí cada corredor viene con un plan de trabajo y es respetable”, concluyó el corredor de 17 años (2 de marzo de 2001).