El trágico carrusel de un paciente psiquiátrico
M.B. pasó del Hospital Barranquilla al Cari, pero por falta de camas lo retornaron y allí se lanzó de la azotea. El joven se salvó pese al impacto.
Desde el pasado domingo 7 de octubre los familiares de Marlon Fabricio Barrera Vásquez, un joven de 20 años con supuestos problemas psiquiátricos, venían buscando que lo atendieran por una crisis de este asociada a un “delirio de persecución”.
En su recorrido, el joven y sus familiares llegaron inicialmente al Hospital General de Barranquilla a las 9:30 de la noche de ese día. En el centro asistencial del barrio San Roque, médicos verificaron que Barrera Vásquez presentaba “condiciones de alteraciones nerviosas y una agresividad derivada de la farmacodependencia que lleva durante años para controlar la esquizofrenia”.
Martha Rodríguez, directora de la IPS Mi Red, entidad administradora de los centros asistenciales públicos de la ciudad, confirmó que efectivamente el paciente ingresó por consulta de urgencias. “Allí fue identificado por el personal médico de que este tenía un proceso psiquiátrico, que estaba alterado”.
Luego de eso, los galenos del Barranquilla ordenaron una sedación para estabilizarlo emocionalmente y pidieron su remisión para el Hospital ESE Cari de Alta Complejidad.
Con el paso de las horas, aparentemente, en el recinto médico del barrio Los Andes el joven Marlon Fabricio no habría encontrado la atención de especialistas. Así quedó consignado en un informe reportado: “Medicina interna y neurología argumentan que no pueden atenderlo porque no hay camas ni medicamentos y le dan de alta”.
Sin embargo, contrario a esa información, el Cari respondió este martes frente al caso que “el día lunes 8 de octubre a las 12:55 p.m. recibimos a Marlon Barrera por medio de consulta prioritaria del HU CARI en la sede Mental, el cual fue atendido por nuestro personal de psiquiatría, quien le realizó la evaluación pertinente. Dicha evaluación dio como resultado que el paciente no respondía a llamados y estímulos dolorosos comprometiendo primeramente su salud física, por ello fue remitido al Hospital de Barranquilla”. Comunicaron además: “resaltamos que en el proceso de evaluación y procedimiento siempre prima la atención orgánica que es aquella que tiene que ver con la salud física del paciente. Era el primer episodio psicótico que presentaba”.
Con base en eso, el Hospital Cari ordenó el retorno de Marlon Fabricio al centro asistencial de San Roque para que se le valorara por neurología y medicina interna.
Cabe recordar que el Cari ha venido atravesando una serie de dificultades expuestas por el propio Gobierno departamental. El pasado mes de agosto, el gobernador Eduardo Verano dijo que el centro asistencial se encontraba desfinanciado, entre otras causas, por la caída de la estampilla Pro Hospital Universitario Cari, por la cual ha dejado de recibir $125 mil millones en los últimos cinco años. Otra de las situaciones que repercuten en esta crisis es la quiebra de algunas EPS deudoras del hospital que incumplieron con el pago de sus compromisos.
VUELTA AL BARRANQUILLA.
El mismo lunes, Marlon Fabricio Barrera Vásquez volvió a ser llevado por sus familiares al Hospital General de Barranquilla. Nuevamente en urgencias, el joven fue revisado, pasó por observación y cuando le iban a hacer pruebas de laboratorio para descartar patologías psiquiátricas este reaccionó violentamente.
Según el informe, en su recorrido el joven agredió al médico internista, atacó con una jeringa a un paciente y se quitó el catéter de manera abrupta, produciéndose el rompimiento de la vena.
“El paciente reacciona violentamente, cogió un atril y comenzó a agredir al padre y de ahí comenzó a correr por todo el hospital. Se subió en los techos y estando allí se golpeaba con los cables de electricidad”, informó la directora de Mi Red IPS.
Debido a esa situación, el personal de seguridad del hospital llamó a Bomberos de Barranquilla y a la Policía para que le dieran manejo al caso.
Los uniformados y miembros del cuerpo de rescate estuvieron en el sitio rápidamente tratando de persuadir al joven para que no se lanzara. Pese a ello, este decidió tirarse al vacío y chocó contra el piso. Producto de la caída, según lo expuesto por Mi Red IPS, el paciente se fracturó el maxilar, la tibia y el peroné de la pierna izquierda y tuvo además ruptura total de cadera. Actualmente está en la UCI del Hospital General.
La directora del centro asistencial agregó que Marlon Barrera está carnetizado con la empresa Coosalud y ahora espera ser referido a la Clínica Campbell para continuar su tratamiento. Pero ahora además del mental debe sumar el derivado de la caída.