La Salud mental también es un tema de jóvenes
En el Día mundial la OMS alerta sobre el comienzo de enfermedades mentales antes de los 14 años.
Redes sociales, buscar encajar en ciertos estereotipos, adicciones, son algunos de los factores que pueden afectar a los jóvenes en esta época. Los cambios, la entrada a la universidad o empezar a trabajar, son elementos que también pueden causar estrés. Si todo lo anterior no se reconoce y controla, puede ser un desencadenante de diversas enfermedades mentales.
Natalia*, de 15 años, disfrutaba el tiempo a solas. En su habitación se refugiaba con el computador y celular, no comentaba con su familia nada de lo que le sucedía en el colegio ni tampoco hablaba de sus amigos.
Poco a poco el alejamiento se fue tornando diferente. Sus padres se dieron cuenta hasta el primer intento de suicidio. En ese momento el psiquiatra les habló de episodios de depresión. “Pensábamos que era simplemente que podía estar decaída. Solíamos decirle que se animara, que saliera con nosotros, a veces pensábamos que ella no quería poner de su parte”, contó su mamá.
La mitad de las enfermedades mentales comienzan antes de los 14 años, según cifras de la Organización Mundial de la Salud, pero la mayoría de los casos ni se detectan ni se tratan, es por ello que en el día mundial de la salud mental la institución busca crear consciencia sobre estas patologías en los más jóvenes.
“Las enfermedades mentales más comunes tienen una causalidad múltiple, es decir, puede haber elementos genéticos, biológicos relacionados con el cerebro, además la interacción de estos elementos con factores externos que incluye lo psicosocial. Ese balance y lucha entre una cosa y la otra es lo que determina que individuos se enfermen y otros logren ser resilientes”, explica Fredy Sánchez, director de postgrado de psiquiatría de la Universidad Simón Bolívar.
La depresión es definida como una enfermedad que se caracteriza por una tristeza persistente y por la pérdida de interés en las actividades con las que normalmente se disfrutan.
Con respecto a la carga de morbilidad entre los adolescentes, esta patología ocupa el tercer lugar. El suicidio es la segunda causa de muerte entre los 15 y los 29 años.
Es una edad con baja tolerancia a la frustración, con cambios en los estados de ánimos. “A nivel hormonal se ven cambios y también podemos encontrar poco apoyo social o afectivo”, señala Marcela Torres, psicóloga magíster en Salud Mental y docente investigadora en la Universidad Metropolitana.
Las principales enfermedades mentales en esa etapa de la vida, dice Sánchez, son los trastornos por estado de ánimo, por ansiedad, esquizofrenia y un gran problema con el consumo de sustancias psicoactivas que se vuelven un trastorno común. “Empiezan consumiendo alcohol, luego marihuana creyendo que es inofensiva, empiezan a buscar placer en otras sustancias y finalmente terminan con una verdadera adicción y todos los fenómenos que eso genera”.
“El uso nocivo del alcohol y de drogas ilícitas entre los adolescentes es un gran problema en muchos países y puede generar comportamientos peligrosos, como las prácticas sexuales de riesgo o la conducción temeraria. Otro problema son los trastornos alimentarios”, indica la OMS.
En el caso de Natalia* los padres decidieron brindarle todo el apoyo especializado, apoyarla en el proceso y establecer cambios en los hábitos que ya tenía, como por ejemplo, un cambio de colegio y de actividades extracurriculares que “le permitieron conocer nuevas personas, ver la vida de una manera diferente e ir de la mano de todos los que la quieren”, dice su mamá.
Ahora la depresión no es vista en esa casa como una simple tristeza y la respuesta no es “pon de tu parte”, comprendieron que impacta más allá y que el apoyo es fundamental.
Sánchez advierte que estas “son enfermedades que no siempre se dispone de los recursos o entrenamiento profesional para el tratamiento que se necesita”. A lo que Torres agrega que en muchos casos “el suicidio se ve como una salida a eso que no podemos comunicar o resolver”.
REDES SOCIALES. El uso cada vez mayor de las tecnologías en línea, que sin duda aporta muchos beneficios, “también puede generar tensiones adicionales, pues cada vez es mayor la conexión a las redes virtuales en cualquier momento del día o la noche”, explica la Organización Mundial de la Salud sobre este tema.
Hay una palabra mágica y es el equilibrio, afirma el especialista Sánchez. “Es un recurso valiosísimo para la transmisión de información, para el intercambio de experiencia, el acercamiento. Pero como no tiene ninguna manera de regularse, se convierte en un hervidero de cosas inciertas, un medio para difundir miedo, errores de percepción y mucha gente se confunde”.
Los límites realistas, dice Torres, son claves. “No discutir ni llevar la contraria, se puede negociar y llegar a acuerdos”, dice.
En cuanto al género, sostiene que los hombres tienen más riesgo suicida porque “socialmente no se les permite expresar sus emociones. Les dicen que ser hombre es sinónimo de fuerza, de no llorar y no decir lo que sienten”.
“Por lo general es más fácil detectar señales en las mujeres que en los hombres”, agrega.
El mensaje final enviado por la OMS en este día se basa en que es mucho lo que se puede hacer para ayudar a crear resiliencia mental desde edades tempranas “con el fin de evitar la angustia y las enfermedades mentales entre los adolescentes y los adultos jóvenes”.
*Nombre cambiado por solicitud de la entrevistada.