La Ley de Financiamiento: sus efectos en la industria y el agro
La principal preocupación de los productores son los efectos en el consumo que podría tener el incremento de los impuestos a los colombianos.
Dos sectores claves para la economía nacional, industria y agrícola, están a la expectativa de lo que resulte de la propuesta de Ley de Financiamiento del Gobierno nacional. Los aspectos que más preocupan a los productores están relacionados con la respuesta de los consumidores ante el incremento de los impuestos, así como la disminución en los beneficios y el efecto que pueda tener sobre la informalidad para evadir los impuestos.
De acuerdo con Jahir Lombana, director académico de la Escuela de Negocios de Uninorte, aunque el proyecto ha recibido críticas, principalmente por gravar con IVA más del 80% de los productos de la canasta familiar, otros aspectos importantes para la industria no han sobresalido.
“La sugerida reducción de impuestos a la industria puede motivar, en el mediano plazo, mejoras en el sector productivo, sin embargo, y como es de esperarse, lo que se gane por aumento industrial se puede reducir por consumo. Así, las habilidades fiscales de los hacedores de política para sintonizar la distribución del ingreso, serán responsables del efecto en la industria”, agrega.
La industria y el agro están dentro del grupo de sectores que más han crecido en lo corrido de 2018 en el país y de los que se tienen mejores expectativas de crecimiento para finalizar el año. Según datos del Dane, en el segundo trimestre de 2018, la agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca fueron el tercer sector con mayor crecimiento anual con un 5,9%.
Los programas del Gobierno y la disminución de la tasa de interés del Banco de la República han fomentado el crecimiento de la inversión y el desempeño de la industria nacional, haciendo que retome su senda creciente de producción. Desde abril de 2018 la industria manufacturera colombiana ha mostrado un crecimiento anual de producción superior al 3,5%.
Lombana señala que la situación de los últimos años llevaba un rezago prolongado y permanente del sector, por lo que este auge puede ser una recuperación normal del ciclo económico. “El clima de negocios actual se percibe mejor y las expectativas de los industriales también son positivas”.
Por su parte, Ignacio Negrette, cofundador de la empresa VITALI Medical Tourism, considera que aún se deben abrir nuevos mercados y aprovechar los tratados de comercio que se firmaron en años anteriores, para continuar creciendo y que se utilicen los recursos de manera más eficiente. “Si bien es cierto que la utilización de la capacidad instalada se ha incrementado, seguimos en nivel inferiores a la de los países desarrollados”.
EFECTOS DEL IVA. La mayoría de los bienes de la canasta familiar que serían gravados con el proyecto de ley provienen del sector agropecuario y manufacturero. En la lista de productos del Ministerio de Hacienda con gravamen para el próximo año se encuentran alimentos, educación, vivienda, comunicaciones, transporte, diversión y otros gastos.
Sin embargo, solo se vería afectado negativamente el consumo y la producción de aquellos artículos que no sean considerados como necesarios para la subsistencia de los colombianos. Mientras que en el caso de los alimentos y demás bienes necesarios el impacto negativo en el consumo tendrá una menor magnitud.
José Luis Ramos, profesor del IEEC del Uninorte, indica que esta medida afectaría de forma negativa el desarrollo del agro colombiano. “Veríamos disminución en la producción, dado los elevados precios que encontraría el consumidor en los mercados de productos agrícolas y pecuarios. Incluso, esto también podría desencadenar disminución en la ingesta de alimentos agropecuarios que actualmente conforman significativamente la canasta de la mayoría de los colombianos”.
La disminución en los beneficios de los productores por la caída en el consumo de ciertos bienes puede compensarse con los beneficios que otorgará el proyecto de ley a ciertos sectores productivos. De acuerdo con el Ministerio de Hacienda, la Ley de Financiamiento también propone aumentar la competitividad de las empresas y disminuir el desempleo a través del establecimiento de un sistema tributario que beneficie su desarrollo.
Esto a través de la reducción de la tarifa de renta corporativa que llegará al 30 % en 2022, el descuento del IVA por bienes de capital importados, del 4x1000 y del 50 % del ICA en la declaración de renta de las empresas y la eliminación del pago por renta presuntiva que pagan las empresas.
Negrette indica que en principio las empresas se verán beneficiadas, pues se busca reducir la tarifa corporativa en alrededor del 33 %, sin embargo, al incrementarse los impuestos a las personas naturales, seguramente se disminuirá el consumo a corto plazo.
Con la disminución de los costos de las empresas y la disminución en el consumo, existe un margen que permitirá reducir el nivel de precios de la economía nacional y controlar la inflación. Aunque esto aún significaría que disminuirían los beneficios de las empresas y solo se compensarían a los consumidores de forma mínima.