El noveno alcalde
En una jornada de elecciones atípicas fue elegido como nuevo alcalde de la capital de La Guajira el aspirante del Centro Democrático y de la Alianza Social Independiente, Juan Carlos Suaza Móvil.
En elecciones atípicas fue elegido como nuevo alcalde del distrito de Riohacha el aspirante del Centro Democrático y de la Alianza Social Independiente, Juan Carlos Suaza Móvil. Como era previsible, la jornada se caracterizó por una abstención cercana al 80%, lo cual resulta preocupante en una ciudad que aspira a erradicar los episodios que la han llevado a tener nueve alcaldes en los últimos dos años y medio, casi todos envueltos en episodios de corrupción, el último de los cuales tiene tras las rejas al anterior burgomaestre electo, Fabio Velásquez Rivadeneira.
Son enormes los retos del nuevo mandatario, toda vez que la ciudad no ha sido ajena al atraso debido a la depredación sostenida de los recursos públicos del departamento de La Guajira, que lo ubican, tristemente, como uno de los más desiguales del país. Quizás el principal desafío consiste en recuperar la confianza de la ciudadanía, ciertamente hastiada del pésimo manejo que la clase política local le ha dado a la ciudad, olvidando por completo su misión de proteger el interés público y de ejecutar con transparencia las políticas públicas necesarias para conducir a Riohacha por el camino hacia el desarrollo. Es por eso que resulta paradójica la baja participación de los riohacheros en las urnas en momentos en los que la administración que comienza requería de un sólido respaldo popular que le otorgara una gobernabilidad exenta de dudas. Pero, tal vez, la sucesión de alcaldes suspendidos, destituidos, inhabilitados, encarcelados, ha minado la credibilidad de quienes siguen presentando su nombre para un cargo que sus antecesores más recientes han deshonrado. Como toda ciudad capital, Riohacha requiere diligencia y eficacia en la solución de múltiples problemas como la movilidad, la educación, la salud y la seguridad. A esos tópicos generales habrá que sumarles, entre otros asuntos urgentes, el tema del matadero municipal, la construcción de una nueva cárcel y los trágicos niveles de desnutrición que afectan a miles de niños y niñas. El alcalde Suaza debe saber que la única manera de hacerle frente a estos desafíos pasa por la transparencia, la honestidad, el orden administrativo y la voluntad de renunciar a cualquier práctica que implique la transacción politiquera. La Guajira, la Costa y el país en general tienen puestos sus ojos en este nuevo gobierno, el cual, esperamos todos, no defraude a la gente que ya está cansada de soportar la indolencia, la rapiña y la corrupción.
Quizás el principal desafío consiste en recuperar la confianza de la ciudadanía, ciertamente hastiada del pésimo manejo que la clase política local le ha dado a la ciudad, olvidando por completo su misión de proteger el interés público.