El Heraldo (Colombia)

Todos somos neuróticos

Para muchos seres humanos la ansiedad es algo temible.

- FRANCESCA MANCINI

Para el padre del psicoanáli­sis, Sigmund Freud, la ansiedad es el precio que pagamos por la civilizaci­ón. Todos en algún momento de nuestras vidas, o en la mayoría de ella, hemos experiment­ado este peligroso pero salvador estado.

Para muchos la ansiedad es algo temible, pues en ocasiones puede llevarnos hasta la muerte, pero sin ella, no podríamos reaccionar ante un peligro inminente.

La clave está en saber manejar los niveles de ansiedad para utilizarla de manera asertiva ante cualquier eventualid­ad, evitando que nos controle de manera ne- gativa durante situacione­s amenazante­s, trabajo que, no les voy a negar, es bien difícil.

La ansiedad tiene varias formas de actuar y nosotros tendemos a utilizar varios mecanismos de defensa, con la idea errónea de que la estamos eliminando, cosa que está lejos de la realidad.

Cuando se nos presentan situacione­s adversas y no sabemos responder ante ellas, ya sea porque no tenemos las herramient­as o porque simplement­e estamos en negación, podemos experiment­ar estados de ansiedad de tipo neurótico y en ocasiones, incluso psicóticos.

Nuestra reacción dependerá de nuestro tipo de personalid­ad y de nuestros mecanismos, pues ninguna será mejor que otra ya que está sujeta a una estructura creada desde nuestra infancia, la cual se va moldeando con el tiempo y con las experienci­as vividas.

Muchos en alguna ocasión se habrán asustado con el sonido de la brisa; otros, habrán roto algún objeto luego de una discusión; habrá quienes hayan mentido para no expresar lo que realmente sienten; otros no querrán salir de su cama durante varios días. Algunos se habrán entregado con locura al alcohol o a las drogas para evitar sentir aquello que duele. No faltarán los que habrán tenido pensamient­os suicidas, o quienes hayan pensado en hacerle daño a alguien.

Podría continuar así enumerando múltiples ejemplos de lo que nos hace a todos un poco neuróticos, pero me gustaría que se preguntara­n, ¿qué es la normalidad? Al igual que la perfección, es algo inexistent­e y si seguimos tratando de encontrarl­a, jamás viviremos conformes con lo que tenemos y no llevaremos nuestras habilidade­s a su máximo potencial. Se han preguntado ¿cuántas veces hablan de otras personas y terminan encontrand­o, la mayoría de las veces un —pero— para describirl­as? Pues Pablo es guapo, pero es depresivo y María es divertida, pero es ansiosa. Siempre encontramo­s ese algo que no hace perfecto al otro y resulta que justamente ese algo es lo que nos hace únicos, ya sea de manera positiva o negativa.

El problema radica en que no estamos conformes con nosotros mismos; nos autodestru­imos soñando con tener aquello que creemos que les sobra a unos y nos falta a nosotros y es entonces cuando comienzan las críticas que, en su mayoría, terminan siendo destructiv­as. Es importante tener claro aquellos aspectos positivos de nuestra neurosis o de nuestro tipo de personalid­ad y trabajar en los negativos, pues aun cuando la perfección no exista, podemos rescatar lo positivo y llevarlo a su máximo potencial y controlar, o cambiar lo negativo, y lograr un balance que nos ayude a llevar una vida sana.

Al conocernos realmente a nosotros mismos, y mejor aún, al aceptarnos, lograremos aminorar el término neurosis, pues entenderem­os que todos hemos experiment­ado y seguiremos sintiendo ansiedad y la manejaremo­s dependiend­o de nuestra estructura de personalid­ad.

De esta forma sabremos el por qué de nuestro actuar, trabajarem­os para corregirlo y lograremos tener, hacer o decir, aquello que siempre hemos querido, pero que tanto hemos evitado.

¡Aceptémono­s con todo y nuestra neurosis, de lo contrario, nadie más lo hará!

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia